España volverá a jugar en Bilbao 52 años después. Esa es una de las muchas novedades --acaso la más extraña, por el largo tiempo transcurrido desde su última aparición- que ha deparado la peculiar y compleja fase de clasificación para la Eurocopa (del 12 de junio al 12 de julio del 2020) y que todavía no está concluida del todo.

El consejero de Cultura, Bingen Zupiria, ha destacado que la elección de San Mamés es una «oportunidad» para que las instituciones vascas demuestren «el saber de hacer de este país en la organización de eventos. Sería bueno que todos viéramos en la Eurocopa un evento deportivo»,

Falta por que se dispute el playoff que aportará los cuatro últimos equipos procedentes de la repesca. Y eso no sucederá hasta marzo (entre el día 26 y el 31). La noche de ayer sirvió para conocer la identidad del vigésimo participante que ha salido de la fase previa de los 24 que estarán en el tramo final. Y será Gales, que apeó a Hungría en un duelo cara a cara (2-0).

Alemania, que recibía a Irlanda del Norte en Frankfurt, no falló, y aseguró la condición de cabeza de serie (6-1). Igual que Italia, Dinamarca, Inglaterra y España.

Ser cabeza de serie concedía el privilegio de disputar los tres partidos en una sede de las dos que tiene cada grupo. uno de los seis grupos, que estará compuesto por cuatro países. San Mamés era el estadio elegido por España para la Eurocopa y a San Mamés volverá la selección. Han transcurrido 52 años desde que La Roja, que entonces no tenía ese apelativo, jugara su último encuentro, un 2-0 a Turquía el 31 de mayo de 1967.