Iñaki Sáez tiene contrato hasta después del Mundial de Alemania 2006. Renovó antes de viajar a Portugal en una decisión federativa más que discutible, ya antes del fracaso del domingo. Si mantiene su intención de seguir, pese a que el 28 de mayo dio a entender que dimitiría si España fracasaba, deberá cambiar muchas cosas de su libro de estilo. El manual que era válido para cosechar éxitos en las categorías inferiores no sirve en la selección absoluta. Sáez lo descubrió en Portugal. Y lo sufrió en sus propias carnes.

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