Ha sido la semana, sin duda, de José Manuel Calderón, por supuesto el gran embajador regional del momento, el modelo a seguir. En realidad, ya lo ha sido todo. Y siempre para bien: Medalla de Extremadura, entre otras cosas. El jueves fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad de Extremadura, algo que le produjo una especial satisfacción. Y todo ello después de que su campus, desarrollado con éxito un año más en Cáceres, despertara alguna susceptibilidad en el extremeño, que se quejó de la poca ayuda que recibe de las instituciones. El balance y la noticia de ayer, en cualquier caso, hacen olvidar cualquier amago de desilusión en un deportista siempre ejemplar.

El villanovense, a sus 31 años, está en el mejor momento profesional de su vida. Algunos habían pronosticado hace no mucho que tendría que volver a España a jubilarse en equipos como el Real Madrid, Barça o volver a Vitoria. Antes al contrario: su leyenda NBA se amplía.

Paso hacia adelante

Calde corría el peligro de haberse estancado o acomodado, pero él ha irrumpido de la mejor manera. En verdad, nunca ha defraudado expectativas. Y lo ha hecho a fuerza de trabajo y tesón. La pasada temporada logró promedios de 11,3 puntos y 7,1 asistencias, además de tener el mejor porcentaje de triples de la NBA. Los Pistons se quedaron fuera de los playoffs y, aunque le ofrecieron la renovación de contrato, el jugador extremeño no la aceptó. Se la jugó. Y para bien. Sabía que le querían muchos.

Las cifras son tremendas para el jugador que tanto maravilló en Fuenlabrada, Alicante y Vitoria, recorrido en la ACB después de salir de Extremadura con 14 años, después de protagonizar fotos con las selecciones extremeñas de base, uno de los máximos orgullos de la territorial que preside Jesús Luis Blanco, uno de sus máximos valedores.

En sus ocho años en la NBA como profesional, ha logrado promedios de 10,1 puntos; 7,2 asistencias y 1,7 perdidas de balón. Ya no hay duda. Calderón es considerado como uno de los bases más recomendables que pululan por la NBA a la hora de distribuir el juego. Pero también es mucho más: es un tipo con la cabeza en su sitio. Calde está 'on fire'; Calderón ya es leyenda y orgullo para Extremadura.