Sensaciones agridulces en el Arroyo. Ante el San Roque (0-0) se sumó al menos un punto y se jugó a ratos hasta de forma brillante, pero el empate se considera corto para el trabajo que se realizó y los méritos contraídos. Haber vencido hubiera sido lo más justo, según la valoración postpartido realizada por afición, directivos, técnicos y jugadores.

En el Arroyo suman y suman las oportunidades de las que dispuso ante los onubenses y, una vez más, no encuentran explicación a tanta desdicha. El entrenador, Juan Marrero, volvió a repetir su argumentario: "tenemos muchas ocasiones, pero no las materializamos", ha dicho ya en multitud de oportunidades. Ahora se espera que la racha cambie y que el balón, al fin, entre en la red.