Afortunadamente, dice, todo quedó en un susto y una recuperación que espera que no pase de diez días al tratarse, pese a lo que pudo parecer, de una dolencia leve. «Parece que es una pequeña distensión en la cadera, pero fue bastante feo el momento. Se me quedó el pie clavado en el césped y se me bloqueó». Sergio Cebada, lateral del Llerenense, protagonizó el susto en el partido en el Príncipe Felipe ante el Cacereño. «Me trataron de 10», resume para valorar las cuatro horas desde que fue trasladado desde el Príncipe Felipe hasta que salió del Hospital Universitario de Cáceres. «Cuando iba en la ambulancia creía que me llevaban al autobús del equipo», agrega distendidamente, ya relajado, este martes desde su puesto de trabajo en un supermercado de Llerena.

«La lesión fue rara. En el campo parecía que tenía más miedo del que merecía el problema. La cadera me crujió un poco. Quise salir por mi propio pie y no sé si estaba bloqueada. Llegaron las chicas de Dya y me metieron un poco de miedo para llevarme para el hospital, y en la camilla parecía que me estaba pasando algo fuera de lo normal: iba atado por todos los lados, veía a enfermeros y pensaba que me estaba muriendo», asegura. «Mi novia estaba en la puerta esperando», cuenta Cebada, con todo lo que supone en dosis de preocupación. Allí se le practicó una radiografía y pudo volver. Un susto morrocotudo.