En los últimos 50 días el golf español ha vivido tres secuencias que, unidas, le sitúan en un primer plano mundial y conforman su racha más formidable del siglo XXI: Sergio García (ayer en Tailandia), Miguel Angel Jiménez (Hong Kong) y Gonzalo Fernández-Castaño (Shangai) subieron al primer peldaño del podio. A esta triple corona se unió la inédita y sorprendente vuelta del extremeño Jorge Campillo, quien logró el viernes en Sudáfrica entregar la primera tarjeta con 59 golpes en la historia del Tour europeo. El récord, no obstante, no será homologado por la elevada humedad del recorrido, que obligó a colocar la bola en calle. El cacereño consiguió el segundo puesto en el Nelson Mandela Championship.

García no se desinfló en la última vuelta del Amata Spring y cerró el brillante capítulo de españoles victoriosos desde el 27 de octubre al 15 de diciembre, curiosamente todos en torneos disputados en el continente asiático. El título fue su mejor regalo de Navidad, después de 365 días consecutivos sin levantar trofeo alguno.

Una semana antes, también Miguel Angel Jiménez cerró su curso y abrió las vacaciones con un cuarto título en Hong Kong, en la barrera de los 50 años y alargando así su récord de campeón más longevo del circuito europeo.

Jiménez ganó un desempate en su campo talismán de Hong Kong, se ganó una plaza para volver al Augusta National y puro en mano declaró ser demasiado joven para sentirse viejo, pese a que el próximo 5 de enero cumplirá medio siglo de vida.

El 27 de octubre, y cuando el golf español se aproximaba a un año sin títulos, el madrileño Fernández-Castaño levantó el trofeo del BMW Masters en Shangai. Castaño entrará así en todos los torneos de Grand Slam de 2014, se aseguró la tarjeta en Europa y ello le permitirá competir con comodidad en los Estados Unidos, el objetivo que se había marcado para la campaña venidera.

El madrileño abrió la lata de los títulos en Shangai, Jiménez amplió el boquete en el golf mundial, Campillo anotó '59' y Sergio García remató ayer en Tailandia el trabajo, para redondear la mejor serie invernal del siglo por parte del golf español en el margen de 50 días.