El golf español domina el torneo más prestigioso del planeta, el Abierto Británico, que se disputa en el país donde aseguran los historiadores que se inventó este deporte (Escocia), gracias al liderato por segundo día consecutivo del castellonense Sergio García, de 27 años, y el tercer puesto del veterano malagueño Miguel Angel Jiménez.

García, el mejor valor del golf nacional en la actualidad (decimotercer del mundo), logró conservar el primer puesto atravesado el ecuador del torneo, después de una tímida tarjeta al par del campo de Carnoustie (71 golpes) pero suficiente para comandar la tabla después de una ronda complicada por el viento.

Nunca se ha visto García en tan buena disposición inicial para intentar el asalto a lo que sería su primer título de Grand Slam que, aunque lo oculte, tanto ansía. Pero siendo excelente los 6 abajo (136 golpes) que le mantienen en la cima del torneo, no se debe ocultar el arma de doble filo que ello supone a falta del fin de semana decisivo. Sobre todo al echar un vistazo a la enorme calidad y experiencia de los golfistas que le siguen.

El mejor asiático de la historia del circuito norteamericano, el surcoreano KJ Choi, es segundo a dos golpes; Jiménez y el canadiense Mike Weir (Chaqueta Verde en 2003) comparten la tercera posición, ambos a tres golpes del castellonense.

POR DETRAS Un poco más abajo, pero metidos en la lucha, aparece Jim Furyk, los surafricanos Goosen y Els, el argentino Angel Cabrera (empatado con su compatriota Andrés Romero con -1) o el inglés Lee Westwood.

Pero si García va por la buena senda, Jiménez sigue porfiando por entrar en la leyenda del golf a sus 43 años. El malagueño de Churriana es un mago del golf, pero siempre anduvo a la sombra del gran Seve Ballesteros, después tras la estela y las Chaquetas Verdes del vasco José María Olazábal y, en la actualidad, se halla lejos de García.

¿Y Tiger?, se preguntarán los admiradores del mejor del mundo. Pues ocurre que el número uno del planeta se fue hoy hasta los 74 golpes, para estancarse en el puesto vigesimocuarto a siete golpes del líder.