El menos asustado por el desvanecimiento del pasado domingo es el propio Sergio Vera. El guardameta del Cerro de Reyes no recuerda nada de lo sucedido y trata de volver a su vida normal tras el incidente. Le han hecho todo tipo de pruebas médicas, la última ayer un TAC y la única anomalía detectada es una mayor lentitud en su ritmo cardiaco, algo normal después de lo sucedido. Al meta sólo le queda la visita al neurólogo y sigue sin entrenar por precaución hasta que le hayan hecho todas las pruebas.

"Dentro de lo que cabe estoy bien, pero algo aturdido aún", explica el portero para añadir que "me hicieron todo tipo de pruebas, de sangre, de orina, del corazón, placas de tórax y salvo el ritmo cardiaco lento, todo lo que vieron fue normal. Estudiaron la posibilidad de que hubiera tenido una reacción alérgica pero no. No sé porqué me ha pasado a mí pero doy gracias que se ha quedado en un susto".

En la mañana del partido entre el Cerro y el Portuense que se disputó a las 11.30 horas, Sergio se levantó a las 8.15 de la mañana, desayunó dos horas antes del partido un zumo, un café con leche y unas tostadas "y me levanté con mucho ánimo y el cuerpo en buen estado".

A Sergio le impresionó ver la imagen de su desmayo. "Me ha impactado mucho y me he acordado de los futbolistas fallecidos por muerte súbita como el camerunés Foe. No recuerdo la acción, sólo que iba a sacar de portería y después me vi en la camilla. Agradezco a Julio, Carlos y David su rápida reacción porque a veces por tardar diez segundos más te puedes morir".