El Sevilla, olvidada ya la decepción que supuso la derrota (1-3) ante el Atlético de Madrid en el debut del torneo doméstico, se prepara al máximo para hacer valer su condición de favorito ante el Slask polaco, al que recibe hoy en la ida de la eliminatoria previa a la fase de grupos de la Liga Europa.

En el club andaluz, tras un paréntesis de una temporada sin estar en competiciones europeas, se recuerda aún las tempranas eliminaciones en la ronda previa de la Liga de Campeones ante el Sporting de Braga portugués (2010-11) o al año siguiente en el segundo torneo continental frente al conjunto del Hannover alemán (2011-12).

Mientras, el Real Betis buscará --en la tercera temporada bajo la dirección de Pepe Mel-- reverdecer laureles en la competición continental tras una "travesía por el desierto" de siete años, y tendrá su primera piedra, mañana en Praga (18.00 horas), en el Jablonec de la República Checa.

El equipo sevillano llega con renovadas ilusiones a la competición, donde quiere imponer su favoritismo teórico ante un adversario que tiene en su historial dos títulos de Copa (1997-98 y 2012-13) del país centroeuropeo.