SEVILLA: Sergio Rico; Mariano, Rami, Kolodziejczak, Tremoulinas; N'Zonzi, Cristóforo; Reyes (Kakuta, m.74), Iborra (Konoplyanka, m.64) Krohn-Dehli; y Gameiro (Llorente, m.80).

LEVANTE: Mariño; Iván López, Trujillo, Feddal, Toño García; Simao, Verza (Camarasa, m.81), Lerma (Xumetra, m.64), Morales; Ghilas (Cuero, m.70) y Rossi.

GOLES: 1-0, min. 1: Gameiro. 2-0, min. 47: Iborra. 2-1, min. 55: Rossi. 3-1, min. 76: Konoplyanka.

ARBITRO: Alfonso Javier Alvarez Izquierdo (Comité Catalán). Amonestó al visitante Toño (m.22) y al local Cristóforo (m.72).

El Sevilla, más efectivo que acertado en el juego, sigue fuerte en su estadio y, con una nueva victoria (3-1), accede a puestos europeos, aunque el Levante le asustó siempre con su fútbol de ataque, pero el colista no fue efectivo y acusó mucho los dos goles encajados en los inicios de cada tiempo.

El conjunto hispalense se dejó dominar casi siempre pero obtuvo los tantos en los momentos oportunos frente a un rival que sigue sin contundencia cuando juega fuera de su estadio.

No hubo mucho tiempo para ver qué disposición táctica mostraría el equipo que entrena Joan Francesc Ferrer 'Rubi' porque a los 52 segundos Kevin Gamiero no perdonó en la primera aproximación sevillista y el francés puso el 1-0 en el marcador, su duodécimo tanto en la Liga.

El Levante no tuvo más remedio que jugar adelantado ante el tanto encajado para que participaran sus jugadores más ofensivos. Fue un partido de ida y vuelta, ya que el Sevilla también salió mucho a la contra y José Antonio Reyes intentó repartir juego para que sus compañeros pudieran lograr el segundo, aunque la imprecisión en el remate dejó el encuentro abierto para la segunda mitad.

La reanudación del segundo período fue prácticamente un calco del inicio, porque esta vez al minuto y doce segundos fue el valenciano Vicente Iborra el que marcó el 2-0 para el Sevilla.

La formación visitante reaccionó pronto y acortó distancias en el 55 con el primer tanto de Rossi. Los de Rubi redoblaron sus ganas de ser los protagonistas del partido y del balón ante un adversario cada vez más agazapado, pero que sentenció por medio de Konoplyanka.