El Sevilla se cruzó en el camino de Negredo hacia Zaragoza y no tuvo demasiados problemas en convencer al exjugador del Almería para que se ponga a las órdenes de Manolo Jiménez. Firmará por cuatro temporadas y el club andaluz pagará 15 millones de euros al Madrid, que se reserva la posibilidad de recomprarle dentro de un año por 17 millones o por 20 dentro de dos.

El delantero ya no se entrenó ayer por la tarde con el resto de la plantilla madridista en Valdebebas, lo que sí hizo el holandés Sneijder, a quien anteayer Jorge Valdano comunicó que no volverá a vestir la camiseta blanca si no acepta marcharse al Inter.

Aunque todavía no se ha hecho oficial la operación, el técnico sevillista vino a confirmarla. "Es un futbolista que encaja en todos los equipos. En los buenos, más. Sería un refuerzo extraordinario. Si viene, perfecto. Es muy buen jugador, al nivel de poder reforzar una delantera donde están Kanouté y Luis Fabiano", dijo Jiménez.

Quien no sale todavía es Sneijder, que al menos puede seguir entrenándose con sus todavía compañeros. Entre ellos estaba ayer su compatriota Robben, que le dedicó su gran gol ante el Borussia Dortmund y que no acaba de tener segura su continuidad en el Madrid. "Depende del club. Si quieren venderme, todavía tienen diez días. Yo prefiero quedarme, tengo la confianza de todos, de la afición y del entrenador, pero es el club el que decide", declaró.