La muerte del lateral izquierdo Antonio Puerta ha ensombrecido lo que debía ser una fiesta sevillista, la del asalto a su sexto título en quince meses, en esta ocasión el de la Supercopa de Europa´07 que le medirá al potente Milan en el estadio Louis II de Mónaco.

Los sevillistas iniciaron la campaña como acabaron las anteriores, y a las dos copas de la UEFA logradas, la Supercopa de Europa 2006 y la última edición de la Copa del Rey, unió este agosto la Supercopa de España que le disputó al Real Madrid.

Juande, como ya sucedió en las anteriores convocatorias, desplazó a todos los componentes de la plantilla, incluido los lesionados Javi Navarro y Adriano Correia.

También está en el pequeño principado Daniel Alves, pese a que éste no viajó a Atenas hace tres días, aunque en esta ocasión jugar en la Supercopa no le impediría alinearse esta misma temporada con otro equipo en la Liga de Campeones.

Los sevillistas se encontrarán en Mónaco con uno de los grandes del fútbol europeo y que en esta competición es el que más trofeos tiene, cuatro en siete comparecencias.

La escuadra lombarda, además, es la única que ha conseguido el trofeo en dos ediciones consecutivas, algo que podría igualar el Sevilla, que lo defiende desde que hace un año, como ahora, lo disputó como campeón de la UEFA y lo conquistó tras imponerse por un contundente 0-3 al FC Barcelona.

El conjunto que dirige Carlo Ancelotti está en Montecarlo con un equipo plagado de figuras, entre las que no podrá contar con el defensa brasileño Serginho ni con el capitán de la plantilla, Paolo Maldini, quien aún se recupera de la operación de rodilla a la que se sometió a la conclusión de la pasada campaña. Otros jugadores como los brasileños ex madridistas Emerson y Ronaldo llevan pocos días de trabajo con el grupo y no es probable que participen en el partido al no estar aún en el mejor tono físico.

El que sí estará en el equipo ´rossonero´ es el delantero Inzaghi, que se encuentra en vena goleadora y que será uno de los peligros que deberá atajar un Sevilla alicaído en lo moral pero con ganas de brindarle el triunfo al compañero fallecido.