"Era difícil hacer fútbol. Llevamos 10 días sin pisar el césped y no se recupera". Pedro Pablo Braojos estaba enfadado por el estado del terreno de juego, pero también con el árbitro en la señalización de las faltas y en el gol anulado, que consideró, ya en directo, que era legal. "Seguro que si es en otro campo, no lo anula". El técnico estaba satisfecho del trabajo de sus hombres, aunque preocupado por la trayectoria y anticipó que el campo hará variar sus planes.