Alberto Ginés López (Cáceres, 23 de octubre de 2002) es puro descaro, aunque la mayor muestra de su arrojo la dio el día que consiguió la clasificación para Tokio 2020, un hito histórico que sorprendió a propios y extraños por hacerlo con apenas 17 años. El adolescente extremeño, confinado en su domicilio familiar durante los dos últimos meses, ya puede entrenar fuera, aunque aún no en el Centro de Alto Rendimiento de Sant Cugat, en Barcelona, donde se prepara especialmente para la cita japonesa, compatibilizándolo con los estudios. Comenta Ginés que el retraso hasta 2021 le beneficiará, porque ganará en experiencia. Como buen deportista ambicioso, asume que su sueño es lograr un oro en los JJOO, aunque también que será misión prácticamente imposible por una simple cuestión de experiencia. Aquí responde a 13 preguntas, en las que asegura también que quiere vivir de este deporte.

-¿Qué tal está pasando el confinamiento Alberto Ginés? ¿Qué es lo mejor y qué es lo peor que está vivieno durante estos dos meses?

--Eso depende del día, algunos estoy muy bien y rebosante de motivación y otros de bajón sin ganas de entrenar, pero en general lo llevo bastante bien. Lo mejor es que he podido centrarme en los estudios y lo peor ha sido no poder escalar.

-¿Echa de menos Barcelona, el CAR y sus compañeros?

-- Barcelona no mucho, las ciudades grandes me agobian un poco, pero al CAR y a mis amigos mucho.

--Aunque sea de esta forma tan especial, ¿Cómo lleva sus estudios? ¿Espera terminar bien en este curso?

--Los llevo bastante bien, es más, creo que voy a aprobar todas, aunque tengo el curso partido, es decir, este año estoy haciendo solamente la mitad de las asignaturas, y el año que viene haré la otra mitad.

-¿Piensa que el aplazamiento de los Juegos de Tokio para un año después puede venirle mejor a efectos de tener más experiencia y, por qué no, años, para 2021? Incluso será ya mayor de edad…

--Sí, yo creo que me beneficia mucho, ahora lo que más necesito realmente es experiencia, y un año más puede ayudar mucho en ese sentido.

-¿Cómo ha sido su forma de entrenar? ¿Le ha servido de verdad?

--Hemos tenido que adaptar los entrenamientos que hacía antes a los materiales que tenía en casa. Aunque no me sirve para mejorar he podido mantener la forma física.

-¿Sueña ya con una medalla olímpica o todavía es muy aventurado siquiera pensarlo?

-- Sí, sueño con ganar unos Juegos, pero no creo que pase en los de Tokio.

-¿No cree que le está pasando todo muy deprisa? ¿Alguien se lo ha dicho?

--Creo que todo pasa realmente cuando tiene que pasar, y creo que si tengo nivel para competir en absoluta ¿por qué no iba a hacerlo?

-¿Quién es su referente como deportista?

--Alexander Megos, un escalador alemán.

-En Extremadura hay un caso de precocidad muy parecido al suyo, el del marchador de Llerena Álvaro Martín, que se clasificó para unos juegos cuando no había cumplido 17 años. Ahora es un número uno en su especialidad, todo un campeón de Europa. ¿Conoce su trayectoria? ¿Le gustaría hacer algo similar en su carrera?

--No le sigo de cerca, pero he oído hablar de él.

-¿Qué papel ha tenido durante todo este tiempo su familia en la consecución de su éxito?

--Han tenido un papel imprescindible, y es que siempre me han apoyado. Sin su apoyo habría sido imposible.

-¿Tiene ya realmente claro qué va a estudiar cuando termine el Bachillerato?

--Sí, tengo en mente estudiar Fisioterapia.

-¿Le gustaría vivir de la escalada o sabe que eso es casi imposible?

--No creo que sea imposible, de hecho es uno de mis objetivos.

-¿Cambiaría su deporte por otro en el que supiera que iba a llegar a lo alto y que tendría la posibilidad de dedicarse a ello exclusivamente?

--No, la escalada es lo que me apasiona, escalo desde que soy pequeño y aunque no se me diese bien, estoy seguro de que lo seguiría haciendo.