Fue hace casi siete años, en concreto el 19 de enero de 2013. El viento derribó de madrugada una de las torretas del estadio Príncipe Felipe, que se había instalado antes del partido internacional amistoso España-Rumaría en el año 1991. Hubo un antecedente, aunque sin incidencia en la situación actual. En 1998, justa y curiosamente horas antes de que el Cacereño se proclamara campeón del grupo I de Segunda B, el temporal había acabado con otra de las torretas en el suelo, pero este problema se subsanó positivamente en su momento.

El más reciente parecía ya un mal endémico hasta el último sorteo de la Copa del Rey, pero en el horizonte más cercano está la solución. «Mañana van a ir a recoger la torreta que no está montada y la instalarán el viernes», aseguraban hoy por la mañana en el CPC, sin que se hayan dado a conocer más detalles por parte del decano del fútbol regional.

Como dato curioso la anterior instalación tenía un total de 30 focos y costó, con motivo de la cita internacional, 80.000 pesetas cada uno de ellos, lo que se podría cuantificar globalmente en unos 500.000 euros actuales. Sí se están colocando fotos nuevos en las restantes estructuras, a la espera de la que se cayó en el año 2013, que fue justamente a la zona derecha del marcador.

Una de las torretas habilitada.

Ahora, con el partido ante el Alcorcón a la vuelta de la esquina (próximo martes 17, 20.00 horas) que haya una cuarta torreta es obligatoria por norma. No está colocada la estructura aún, pero se prevé que sea pronto, se insiste. No hay más salida, dada la cercanía del encuentro copero ante el equipo madrileño, que milita actualmente en Segunda División.

Del mismo modo, se han colocado tepes nuevos en el césped del terreno de juego, que se ha vuelto a mejorar durante los últimos días.

«Tenemos que valorar mucho lo que están haciendo los responsables actuales del Cacereño, tanto Carlos Ordóñez como Luis Puebla. Hay que hacer un llamamiento a la gente para que ayude al equipo ahora y correspondamos a ese esfuerzo que se está realizando». Siso Blanco, una de las voces más autorizadas de la grada verde durante las últimas décadas, reclamó que la afición responda en este encuentro oficial con una buena entrada y que se apoye a los dirigentes. «Espero que sea así y que no seamos los mismos de siempre. Es que aquí queremos ser la leche, la vaca y el ternero al mismo tiempo», dijo gráficamente el representante de la afición.

El césped ha mejorado

Mientras tanto, el equipo verde vuelve a entrenar con la mirada puesta no en la Copa, sino en la Liga. A Julio Cobos le ocupa ahora concienciar a sus futbolistas de la importancia del encuentro del próximo domingo en casa del Montijo (12.00 horas) para no perder punto, como en el viaje a Valverde de Leganés.