¿Príncipe Felipe? ¿Cuartillo? ¿Ciudad Deportiva? ¿Pinilla? ¿Sergio Trejo? ¿Sierra de Fuentes? ¿Casar de Cáceres? ¿Alguna otra posibilidad de última hora dentro de un amplio ramillete? De momento hay siete hipotéticas opciones sobre la mesa para que el Cacereño dispute sus encuentros la próxima temporada sin que, de momento, haya una solución a una incógnita que marcará el devenir de la entidad la próxima temporada.
La cuestión sigue encallada. En teoría, esta misma semana se conocerá en qué escenario jugará finalmente el equipo de Angel Marcos --el entrenador confirmado-- la próxima campaña. Las reuniones al más variopinto nivel se han sucedido durante los últimos días, y sobre todo a raíz de que el consejero delegado, Antonio Martínez Doblas, haya dado toda la confianza a su nueva directiva para que gestione este determinante tema.
El pretendido ahorro de alrededor de 200.000 euros para poder afrontar el año con las máximas garantías es la clave. Y para ello se sigue insistiendo desde dentro del club que hay que descartar totalmente la opción del Príncipe Felipe, cuyo terreno de juego y los gastos globales que genera son el principal caballo de batalla. Eso, al menos, de cara al exterior, aunque hay opiniones para todos los gustos dentro de la propia directiva.
Ciudad Deportiva, no
Este periódico ha contrastado las distintas versiones pulsando también a las instituciones implicadas, por otro lado muy recelosas a pronunciarse abiertamente para un asunto capaz de crear las más diversas susceptibilidades.
En principio, al menos a día de hoy, está totalmente descartado también que se pueda jugar en el escenario considerado como idóneo: la Ciudad Deportiva. La Junta de Extremadura ya ha dado su no rotundo.
También a día de hoy, los esfuerzos se centran en conseguir que la Diputación ceda el estadio de El Cuartillo. Sin embargo, hay distintos problemas para el mantenimiento, además de la colisión que supondría compartir terreno con todos los equipos del CAR Cáceres de rugby, especialmente con el conjunto que milita en Primera.
En los campos de Pinilla el problema es meramente económico. Harían falta una serie de reformas de muy distinto tipo, entre ellas las gradas y todo lo relacionado con la seguridad. ¿Quién se hace cargo del gasto que ello acarrea? ¿Ayuntamiento? No. ¿Federación? Tal y como está la extremeña, sin presidente, es evidente que tampoco.
También se ha llegado a comentar --y desde el club así lo aseguran-- que el ayuntamiento ha ofrecido que el equipo jugue finalmente en el campo municipal Sergio Trejo, en la barriada de Las 232 Viviendas. Sin embargo, la escasa capacidad y alternativas que ofrece este campo le hace que esta opción sea harto complicada y que no cuente realmente.
Envenenedas opciones
Después está la posibilidad de disputar los encuentros ligueros en los campos municipales de Casar de Cáceres y Sierra de Fuentes. La negociación para ello sería la más fácil, aunque no la más digerible en cuanto a la opinión pública y a la propia afición verde.
Durante los últimos días se está intentando insistir y vender desde el club verde que todos los esfuerzos están encaminados a conseguir que el Cacereño juegue en la ciudad. Sin embargo, la duda existencial no cesa. Esta noche mismo habrá reunión de la junta directiva en la que se abordarán éste y otros asuntos de la actualidad de la entidad.
