Fue un estupendo domingo de fútbol para los tres extremeños de Segunda División B. El botín de siete puntos sobre nueve posibles se puede calificar de excelente. Cada uno consiguió sus objetivos a corto plazo y ven el medio-largo con absoluta confianza para llegar a la meta con los deberes hechos, aunque se avecinan cinco últimos fines de semana frenéticos.

En orden de importancia en cuanto a necesidad, al Cacereño le urgían los tres puntos, pero el rival era de postín: el Racing de Santander, segundo clasificado del grupo I. Pues ocurrió que el equipo de Angel Marcos se desmelenó y firmó una actuación sobresaliente con un 3-0 contundente que confirma que la recuperación está en marcha.

Dos golazos de Pablo Gállego y otro de Carlos Valverde provocaron la euforia y el paso adelante correspondiente para un equipo en el que muchos ya no creían. Sin embargo, con 35 puntos, el Cacereño sigue en puestos de descenso, pero ya todo se ve de otra manera. El próximo fin de semana la cita es crucial: viaje a Astorga, al que se ha adelantado en la clasificación. Tremendo reto para los verdes, que caminan firmes con dos triunfos seguidos.

Dos victorias consecutivas acumula también el Villanovense de Manolo Sanlúcar. En este caso sí ha salido de puestos de descenso y tiene ya 38 puntos, una estadística que permite soñar, aunque todo sigue muy igualado en este grupo IV. Elías, de penalti, decidió el choque ante el Recreativo de Huelva. Se terminó sufriendo, pero con el botín deseado de los puntos.

La próxima semana, los serones viajan a Cartagena, un equipo en forma pero al que no debe temerse en absoluto. Precisamente el cuadro villanovense podría hacer un favor al Mérida ganando allí. La razón, bien sencilla: los departamentales son octavos, con 45 puntos, dos más que los romanos, que son novenos y que aún tienen oportunidad de seguir escalando hasta posiciones de Copa del Rey.

Pero antes, el conjunto de Antonio Gómez debe amarrar matemáticamente la permanencia. El empate ayer ante el San Roque de Lepe (0-0) no es malo, pero aún no cierra el peligro. Sería complicado que el Mérida se metiera en problemas, pero en fútbol nunca se puede confiar uno. Un ejemplo bien claro en el grupo I es el del Coruxo, que hace no mucho estaba en la zona alta y que ya está, con 39 puntos, en clara zona de peligro, con el Cacereño a cuatro puntos, por extremeñizar la situación.

En cualquier caso, los entrenadores respectivos siguen sin hacer cuentas. Todo cambia de una jornada ahora. Para salvarse, lo mismo pueden valer 44, que 45, que 46. Y para evitarse problemas, lo mejor es amarrar el objetivo lo antes posible. Hay vida.