Mérida: Orlando, Regino, Maxime, Juli Ferrer, Mansilla, Juan Carlos (Edu, min. 91), Carlos Rubén (Zafra, min.90), Fran Miranda, Jandro (Ismael, min.51), Cuevas y Luciano.

Ecija Balompié: Zígor, Pedro (Capa, min.79), Pichardo, Pepe Díaz, Requena, Campos (Lambarri, min.82), Jano, Fernando, Mario, Robert y Nolito.

Goles: 0-1 Pichardo (min. 28); 1-1 Cuevas (min. 55); 2-1 Jano, en propia puerta (min. 75); 3-1 Mansilla (min. 82); 3-2 Nolito (min. 84); 4-2 Carlos Rubén (min. 89).

Arbitro: Arenal Gómez. Castellano-Leonés. Amonestó a los locales Juan Carlos, Maxime, Carlos Rubén y Juli Ferrer, y al visitante Pedro

Incidencias: Estadio Municipal Romano de Mérida. Saque de honor a cargo de Nico Jiménez, maestro jamonero mundial y cuchillo de oro.

Segunda victoria consecutiva del Mérida en casa con una renta de ocho goles a favor y dos en contra, algo que, sin duda, está siendo muy agradecida por una afición que en la tarde de ayer no era apta para cardíacos pero con un final feliz, con goles y con premios, como el que le quiso brindar el entrenador del Mérida, Fabri González, en un bonito detalle, al juvenil Edu, haciéndolo debutar en los últimos minutos. Pero antes hubo que sufrir y mucho con un Ecija que en la primera parte demostró por qué llegó como colíder.

Para contrarrestar lo que ya se sabía, Fabri buscó meter centímetros al equipo con Juan Carlos y Jandro, además reubicó algunos futbolistas, colocando a Cuevas por detrás de Luciano y a Carlos Rubén caído hacia la izquierda.

En los primeros 20 minutos el Mérida fue mejor, y tuvo hasta dos ocasiones. Primero Cuevas en un remate muy forzado y después Luciano tras controlar con el pecho una falta lanzada por Juli Ferrer, pero el delantero argentino remató alto.

Conforme pasaban los minutos las sensaciones iban cambiando. Los de Nogués empezaron a maniatar el centro del campo romano y a robar balones peligrosos, ya que la defensa emeritense jugó siempre muy adelantada.

Por suerte para el Mérida, el Ecija solo consiguió materializar una de las cuatro ocasiones claras que tuvo, todas engendradas con el mismo guión, robo de balón y salida rápida al contraataque con un cambio de juego, en el gol el cambio de juego fue a cargo de Requena y el disparo seco y raso de primeras de Pichardo.

Si los astigitanos tenían claro cuál iba a ser su estilo en el arranque, todavía se acentuó más al adelantarse en el marcador. El Mérida lo pasó mal los minutos siguientes al gol, donde incluso hubo un balón al larguero de Orlando, pero la recta final del primer acto tuvo un cierto resurgir de los de Fabri, que pudieron empatar a balón parado.

ENORME REACCION En la reanudación, el Ecija quiso finiquitar por la vía rápida con acercamientos con peligro y lo que se encontró fue su propia medicina, de un córner a favor, el Mérida montó una contra perfecta por mediación de Ismael, en el primer balón que tocaba, le acompañó Mansilla que dejó pasar el centro raso para que Cuevas marcara.

Con el gol y la entrada de Ismael, el Mérida empezó a mostrar su mejor cara, llevando el partido más a su terreno con más ritmo y creándose más huecos.

La incorporación de Ismael a la banda izquierda hizo que Carlos Rubén se colocara por detrás de Luciano y Cuevas en la derecha, una fórmula con la que mejoró bastante el conjunto de Fabri González, que esta vez sí le sonrió la suerte en el segundo gol, en propia puerta de Jano.

Empezaba un partido nuevo, mucho más abierto, más espectacular, y con intercambios de golpes continuos. En este guión el Mérida fue mejor y lo demostró con goles. Mansilla puso el tercero rematando de cabeza un córner. Un tanto que no sirvió para poner la sentencia, pues en la jugada siguiente Nolito recortaba.

Seis minutos de infarto le quedaban al encuentro hasta que Carlos Rubén sacó su magia en un libre directo que hasta Zígor, portero del Ecija, prefirió seguir con la mirada.