CACEREÑO 1: Félix Campo, Cerveró, Jurado, Maxi, David Cordón, Jaime (min. 78, Rocha), Nico (min. 54, Juanma Cruz), Enrique, Cobos, Pedro García (min. 46, Cantos) y Tariq.

CIUDAD DE MURCIA 1: Tete, Jorge Cordero, Iñaki Bea, Edu Serrano, Marco, Idiákez, Siria (min. 57, Josico), Diego, Godino (min. 64, Edu), Aguilar (min. 72, Manolo Sánchez) y Fran Nogueira.

GOLES: 1-0, min. 60: Enrique. 1-1, min. 70: Aguilar, de penalti.

ARBITRO: Gallo Moreno (Andaluz). Amarilla a los locales Cobos, Jurado, Cordón, Maxi, Enrique y al técnico, Ismael Díaz, y a los visitantes Marco, Josico, Fran Nogueira y Edu Serrano (2 y expulsado 65´).

El Cacereño dio un paso atrás tras empatar ante el Ciudad de Murcia y sigue inmerso en una crisis de resultados que dura ya cinco semanas sin ganar. Con el punto sumado se coloca a dos puntos de los puestos de liguilla, aunque a falta de lo que hagan sus rivales en la jornada de hoy. Sin embargo, la impresión que trasciende es que dejó escapar una gran oportunidad ante un rival directo para jugar el último tramo de competición en igualdad de condiciones a los que ocupan la zona de privilegio.

El partido de ayer tuvo dos caras una vez que Tariq desperdició una de las mejores ocasiones que se le han presentado en la presente campaña. En la primera, el Ciudad de Murcia jugó por momentos a placer, aunque sin grandes ocasiones, y en la segunda, en la que el Cacereño mandó y gozó de oportunidades para haber logrado doblegar a su rival más directo en este tramo liguero.

No respondió la afición en el número esperado al momento de mayor necesidad de su equipo, pero es que ni el día ni las circunstancias parecían prestarse a un cambio de hora y fecha que pocos han entendido como con su falta de asistencia corroboraron.

Pero el de ayer fue el partido de las oportunidades perdidas y del que muchos se acordarán al final, pues el Cacereño fue mejor que su rival en líneas generales y gozó de opciones de gol suficientes como para estar comentando ahora un triunfo holgado, pero los porteros contrarios juegan, las decisiones arbitrales siguen perjudicando y la fortuna parece haberse alejado. Todo ello forma parte del juego y así hay que entenderlo. Pero algo parece haberse desorbitado en un equipo que lleva una racha de siete puntos de los últimos veintisiete en juego. La derrota de Cartagena puso inicio a una crisis que sólo tendrá fin con un triunfo. Las virtudes que han adornado al Cacereño durante toda la temporada al equipo se están desvaneciendo desde los últimos cambios obrados, sin con ello restar ni el menor mérito a la excelente labor de Jaime o Nico, dos jugadores que por diversas circunstancias no eran titulares. No obstante, la consistencia que le daban al centro del campo Cantos y Jorge García estaban fuera de toda duda.

Ayer el Cacereño volvió a correr mucho tiempo detrás de su rival y esa circunstancia le acaba pasando factura. Cobos sigue estando muy vigilado y por ello los desmarques de Enrique, Juanma Cruz o Pedro García se desaprovechan.

BIEN A BALON PARADO

Pero una acción a balón parado sirvió para adelantar al Cacereño en el marcador. Cobos puso en la cabeza de Tariq un balón que el catalán estrelló en el poste y Enrique, atento, empujó a la red de Tete (min. 60). Tras el tanto, todo se le puso a favor a los verdes, pues el Ciudad de Murcia se quedó con diez hombres por expulsión de Edu Serrano. Sin embargo, los de Orúe igualaron por un discutido penalti de Jurado sobre Nogueira, que Aguilar convirtió en el empate definitivo.

En la recta final, el exguardameta del Jerez Tete se convirtió en protagonista con dos paradones a Cantos, en saque de falta, y a Enrique, en un empalme a bocajarro que toda la grada cantaba como gol.