Monesterio: Marcos, Contreras, Nechi, Raimundo, Marín, Gabriel, Ismael, Caliche, Sosa, Pajarito (min. 78, Mondaca) y Aranda (min. 75, Alberto).

Cacereño: Pedro, Lolo, Garrido, Marcos, Andrada, Pulido, Copito (min. 65, Sergio), Avila, Fabiani, Emilio Rosa (min. 70, Ramiro) y Eduardo (min. 85, Antonio).

Goles: 1-0, min. 6: Pajarito. 1-1, min. 51: Avila. 2-1, min. 75: Ismael.

Arbitro: Alvarez De la Cruz (2). Mostró cartulina amarilla a los visitantes Marcos y Avila.

Incidencias: Apenas 70 espectadores en las gradas del estadio Municipal de Monesterio. Tarde agradable y primaveral y terreno de juego en buenas condiciones para la práctica del fútbol.

Nuevo petardazo del Cacereño ante su bestia negra de las últimas dos temporadas, el Monesterio, que le ha hecho cinco goles en los partidos de la primera y la segunda vuelta.

El partido pronto se le puso cuesta arriba a los de Miguel Angel Mateos, puesto que a los seis minutos ya mandaba el equipo local en el marcador. Un contraataque que acabó con un centro desde la banda derecha que Pajarito supo acertar a enviar al fondo de la red. Era el 1-0 y el primer jarro de agua fría para los verdes.

El Cacereño no fue capaz de reaccionar por falta de calidad y el Monesterio se hacía sin dificultades con el dominio territorial y con la iniciativa del juego, aunque sin profundidad. Los minutos pasaban y el marcador no parecía peligrar para el Monesterio, puesto que el juego se desarrollaba en el centro del campo.

Tras la reanudación, el Cacereño salió con mayores ganas que en la primera parte y pronto demostró que podía responder. A los seis minutos de este periodo, una jugada por la banda derecha finalizó con un pase a Avila, que batió por bajo al cancerbero Marcos. Parecía que resucitaba el Cacereño, pero la reacción fue al otro bando y el Monesterio comenzó a acercarse de nuevo a los dominios de Pedro. Apenas había ocasiones y el juego decepcionaba a la escasa concurrencia. Sobre el césped se desarrollaba un partido propio de equipos de la zona baja y la calidad escaseaba.

EL TANTO DECISIVO A un cuarto de hora para el final del encuentro, el Monesterio lograría el 2-1 que acabaría siendo definitivo. Otra vez llegaría el peligro en una jugada por la banda derecha acabó en un centro al área para que rematase Ismael a puerta, Pedro rechazó el balón y el propio Ismael envió a la red el rechace.

De ahí al final intentó buscar el empate el equipo de Miguel Angel Mateos, pero lo hizo más con el corazón que con la cabeza. Los defensores verdes buscaban con balones largos a Fabiani y Ramiro, pero la defensa no tenía dificultades para cortar ese juego directo y buscar sus opciones de rematar el partido al contragolpe. Al final no se movió el marcador, que acabó haciendo justicia ante un partido flojo por ambos bandos, pero con mayor acierto del equipo local.