Parte de la culpa de la recuperación del Don Benito en la segunda vuelta tiene que ver con el acierto que tuvieron desde la dirección deportiva a la hora de elegir los refuerzos en el mercado invernal. Una de las piezas que mayor rendimiento está dando es Jesús Sillero, quien precisamente se enfrenta a su ex equipo mañana. El delantero sevillano asegura que no tiene nada que demostrar y sólo piensa en sumar para los rojiblancos.

La semana ha sido buena en Don Benito: nunca ha estado tan cerca del objetivo. Sin duda los cinco goles y las asistencias de Jesús Sillero (Sevilla, 28-12-1995) han ayudado a este ascenso que queda rematar. En el vestuario saben que van por el buen camino. «Es sorprendente que hayamos salido de allí abajo y la verdad es que estoy contento por mí, por los compañeros, por el club, por la afición y por todo». Para el atacante parte de este éxito se sustenta en el trabajo de todos. «La clave es la intensidad».

Tras pasar por las canteras de Atlético de Madrid, Sevilla, Almería y Córdoba, Sillero recaló al inicio de campaña con muchas ambiciones en el Marbella, el rival del sábado. Allí jugó 12 partidos y marcó dos goles hasta enero. Las ganas de jugar le hicieron acabar en Don Benito, algo de lo que no se arrepiente. «Con la llegada de la nueva directiva y el nuevo entrenador no tuve la suerte de contar con los minutos que me hubiera gustado, pero el cambio me ha venido bien y estoy contento». Sillero asegura que si marca lo celebrará con normalidad. Reconoce que tiene ganas de jugar, pero no para demostrar nada. «Tengo ganas de jugar el sábado y que sume puntos el equipo».

En el Don Benito ha disputado ya 12 partidos, 11 seguidos como titular. Agradece lo que le ha dado Juan García. «Ha confiado en mí y eso es lo que me ha hecho dar esta versión». Al igual que sus compañeros va a Marbella con la intención de casi sellar la salvación. «Sumando los tres puntos lo tendríamos casi hecho», asegura. El Marbella tiene opciones de Copa del Rey pero con la racha del visitante y el acierto del propio Sillero todo puede pasar.