El amago de espantada de Diego Pablo Simeone tras la dolorosa derrota ante el Madrid en la final de la Liga de Campeones por segunda vez en tres años se quedó en un buen susto para la directiva y los aficionados rojiblancos, que se movilizaron para impedir la marcha del 'Cholo' después de acostumbrarse a lo largo de las últimas cinco temporadas a vivir en las alturas discutiendo los títulos grandes a los más poderosos. Un estatus que veían en claro peligro si se abría otra etapa con un nuevo técnico, por mucho que la plantilla rojiblanca fuera reforzada nuevamente en serio para no perder pie ahora que su asentamiento entre los grandes parece un hecho.

El Atlético, reforzado con Gameiro y Gaitán sobre todo, vuelve a aspirar a todo y su entrenador reafirma y multiplica sus ansias de desquite para acabar de despejar las sombras en torno a su futuro como técnico colchonero. “Nunca dije que me iba. Dije que necesitaba pensar, y pensar puede ser un montón de situaciones. Por ejemplo, la energía con la cual me tengo que presentar delante de los mismos muchachos que desde hace cuatro años y medio me están dando la vida”, ha dicho el entrenador argentino en 'Espacio Reservado', de Movistar +.

EXIGENCIA MÁXIMA

Tan directo y claro como siempre. Simeone en estado puro, como atestigua el mensaje que envía a continuación a sus futbolistas: “Quiero volverles a insertar en una situación de máxima exigencia para volver a competir después de haber perdido dos finales. No es fácil”. Y es que llegó rápidamente a la conclusión de que no podía largarse de aquella manera, cuando todos, empezando por los propios jugadores, volvieron de Milán con ánimo revanchista a flor de piel. En la Champions y en la Liga.

“Cuando dije lo de que tenía que pensar, me refería a la manera de afrontar cómo seguir involucrándome en el Atlético. Haberme ido no hubiese sido una manera de marchar en paz”, insiste Simeone, sin dejar de reconocer que llegar a una final de Champions por segunda vez y perderla fue un golpe muy duro.

Involucrado sigue Simeone e implicados y comprometidos al máximo tendrán que estar los futbolistas rojiblancos para seguir siendo protagonistas una temporada en la que no hay razón para seleccionar objetivos de antemano, a la vista de la confección de una plantilla preparada para todo.

REFERENCIA OFENSIVA

Tras el fiasco de Jackson Martínez y la falta de adaptación de Vietto llega ahora Gameiro para convertirse en la referencia ofensiva después de su despegue en el Sevilla. Gaitán tiene que dar lo que no dio Óliver a su vuelta del Oporto, al que regresará, y la defensa queda apuntalada con el polivalente lateral croata Vrsaljkosin que ninguno de sus afamados centrales haya salido, pese a las suculentas ofertas de la Premier sobre todo.

También sigue Griezmann, a quien no se le adivina techo después de su rendimiento en la Eurocopa, mientras que la proyección de gente como Koke, Saúl y Carrasco no deja de ampliarse, lo mismo que la del portero Oblak. El plus de experiencia por delante de la defensa lo aportan Gabi, Augusto y el recuperado Tiago. Todo un bloque que promete no aflojar.