En cualquier otro momeno del pasado más reciente, el Extremadura afrontaría este partido en el emblemático estadio de La Romareda con una ligera sensación de inferioridad y, por supuesto, desprendiéndose de cualquier vitola de favoritismo. Sería, por otra parte, un escenario realista del enfrentamiento entre dos clubes que representan a las ciudades más grande y pequeña de la competición como son Almendralejo y Zaragoza. Para muchos, sería obvio pensar que una derrota entraría en una previsible quiniela de la jornada o que, cualquier cosa que sea puntuar, podría escenificarse como un hito. Todo eso era concebido así hasta la llegada de Manuel Mosquera al banquillo del Extremadura. Desde que el gallego volvió a Almendralejo, el Extremadura vive sin límites ni complejos en el fútbol profesional. Autoconvencido de que puede ganar en cualquier campo y sin agachar la cabeza ante nadie, que no perdiendo nunca su humildad. Dos cosas diferentes.

Así quiere Manuel que vuelva a mirar este partido su plantel, con el recuerdo de saber que ya ganaron en otros campos como Málaga, La Coruña o Cádiz con esta misma mentalidad. Y así ha recogido el guante su plantilla, deseosa de estrenar el casillero de triunfos sea cual sea el escenario.

El Extremadura ha viajado con todos sus efectivos a Zaragoza y será justo antes del partido cuando Manuel ofrezca la lista de convocados. Podría haber ligeros cambios en busca de darle una vuelta de tuerca más al equipo. Tiene opciones de jugar Pinchi de inicio, un jugador que de momento no se ha estrenado como titular. En la medular está la duda de saber si Manuel repite con Sergio Gil o decide meter a Lomotey otra vez lejos de casa.

En defensa no se esperan cambios. Caballo volverá a repetir en el lateral izquierdo y Alex Díez en el derecho, por lo que Bastos tendrá que esperar su oportunidad tras haber perdido el puesto.

Sabe el Extremadura que esta tarde espera una gran presión ambiental en La Romareda con un estadio que suele sobrepasar los 25.000 espectadores por partido y que está entregado al equipo de Víctor Fernández. El año pasado, esa presión llevó en volandas a los maños a la remontada ganando 2-1 al Extremadura. Ese día, precisamente, fue el del debut de Víctor Fernández.

Habrá presencia de aficionados azulgranas que se han desplazado en vehículos particulares. También de otros muchos que llegarán de Madrid, Barcelona e incluso algún aficionado desde París. Es lo que tiene vivir sin límites y siempre con la pasión de que, algún día, tu equipo va a dar otra campanada.