Ford Burgos - 91: Chris Hernández (10), Albano Martínez (13), Zach Morley (11), Jason Blair (4), Aloysius Anagonye (4) --cinco inicial-- Peter Lorant (19), Jesús Castro (7), Manu Gómez (8), Alberto Miguel (12), Iván Corrales (3).

Cáceres 2016 - 77: Carlos Cherry (10), Xavi Forcada (17), Francis Sánchez (20), Shawn Taggart (5), Kaspars Berzins (5) --cinco inicial ()-- Drew Naymick (4), Perico Sala (0), Gio Dedas (0), Lucio Angulo (16).

Marcador por cuartos: 26-18, 46-39, 71-60 y 91-77.

Arbitros: Calatrava y Pla. Sin eliminados.

Incidencias: Segundo partido de la primera ronda de los "playoffs" de la LEB Oro. 2.300 espectadores en el Pabellón El Plantío, con presencia de unos 60 procedentes de Cáceres.

No puede fallar más el Cáceres 2016 en este playoff . Volvió a caer derrotado ante el Ford Burgos (91-77) en un partido muy parecido al del pasado viernes. Los de Gustavo Aranzana recayeron en similares errores y lo pagaron con creces. Nos que queda otro remedio que jugar al límite y extender la serie a cinco partidos ganando primero el del próximo miércoles y luego, si es así, el del viernes. Volver a El Plantío el próximo domingo es ahora el mal menor para un equipo que ha perdido la cierta ventaja psicológica con la que inició la eliminatoria. Se equivocó demasiado en demasiadas cosas, aunque también el arbitraje le dio motivos para la queja.

Se había planteado fanáticamente tener una buena puesta en escena, pero no lo consiguió. Volvió a salir algo arrugado. Aranzana había recurrido en la titularidad a Xavi Forcada por los problemas musculares de Lucio Angulo, que le habían hecho incluso faltar al entrenamiento matinal. Y también le dio un toque a Drew Naymick introduciendo de inicio a Kaspars Berzins, pero pronto tuvo que deshacer el cambio porque el letón, como es habitual, acumuló prontísimo dos faltas, lo mismo que el local Aloysius Anagonye.

POCA FLUIDEZ Dos minutos y medio tardó el equipo extremeño en lograr su primera canasta (7-2, Cherry). El Ford Burgos estaba muy metido, aprovechando el viento a favor del 1-0, y sofocaba con contundencia cualquier intento de reacción. Llegó a coger nueve puntos de diferencia sin aparente esfuerzo (20-11, min. 7), mientras que el Cáceres no encontraba regularidad ni en ataque ni en defensa y fallaba tiros fáciles. La supuesta motivación de Cherry ante Chris Hernández únicamente servía para que el base local no disparase su producción ofensiva.

Demasiados ataques pastosos, demasiados despistes en defensa. El primer cuarto acabó 26-18. Ya se había dicho mil veces que, jugando a cien puntos, la victoria no se iría para el sur de ninguna de las maneras.

Iniciado el segundo cuarto, Aranzana se vio casi obligado a jugar con dos bases y Angulo de cuatro por la tercera personal de Berzins. El maño dio otra demostración de casta liderando con 11 puntos casi seguidos el acercamiento cacereño (de 31-20 a 33-28, min. 14). Andreu Casadevall pidió tiempo porque, siendo su equipo tan superior y el Cáceres tan irregular, no sacaba renta. Y eso era para preocuparse.

SIN PUNTERIA El partido entró entonces en una dinámica peligrosa: el Burgos metía todo lo que tiraba desde fuera --acabó el primer tiempo con 6/9 en triples-- y el Cáceres absolutamente nada desde la distancia de 6,75 (0/8). Nuevamente todo parecía desmoronarse con dos lanzamientos lejanos de Alberto Miguel (46-34, min. 17), pero otra vez su rival minimizaba daños al descanso (46-39). Con distintos protagonistas y matices, el guión se estaba pareciendo al del primer partido.

Tras el paso por el vestuario, los locales siguieron a lo suyo: clavando triple tras triple y aprovechándose de paso de la debilidad en el juego interior de los cacereños. Hubo un momento llamativo: el Cáceres, pese a todo, había logrado acercarse bastante (49-44), pero el nuevo estirón del Burgos llegó con una jugada de seis puntos (una canasta y una técnica a Forcada que se transformó en dos tiros libres y una nueva canasta), por lo que el marcador se volvió a disparar llamativamente (min. 26).

Aranzana recurrió a Sala por un desquiciado Cherry y a Angulo como última solución para volver a meterse en el encuentro, que entró en una fase violenta. El propio base suplente acabó por los suelos tras un descarado golpe de Hernández y en las zonas se repartía de todo.

Quedaba algo de vida (71-60, min. 30), porque el Cáceres 2016 no acaba de desangrarse y el Burgos tampoco lo apuntillaba. Lo único que hacía era clavar un triple cuando había reacción.

MOMENTO SUPREMO En el último cuarto se repitió lo ocurrido en el primer partido de la serie. Los visitantes apretaron fantásticamente, con un Francis Sánchez inspirado y recuperando el nivel defensivo global. Apretó el marcador hasta un 75-71 a falta de apenas seis minutos, justo el momento en el que el Burgos más nervioso podía ponerse.

Sin embargo, otra vez lo mismo. Apoyado por su público admirablemente, los burgaleses supieron rehacerse, metiendo balones interiores a Anagonye para que aprovechase otro leit motiv del partido: la debilidad de Berzins, Taggart y Naymick, que tampoco habían sabido salir a los tiros de Peter Lorant antes.

2-0. Nadie gana encuentros de playoff fuera de casa jugando a tope solo una parte del partido. Está difícil remontar, pero no imposible.