Cáceres Patrimonio de la Humanidad: Arica Carter (2), Laura Ferreira (4), Jennie Simms (14), Miriam Forasté (2), Paula Ginzo (4) -cinco inicial- Sira Hisado (0), Bozica Mujovic (8), Julia Melina (4), Khadidiatou Diouf (0), Dragana Domuzin (4).

Spar Citylift Girona: Laia Palau (6), Adaora Elonu (8), Helena Oma (2), Magali Mendi (6), Naignouma Coulibaly (6) -cinco inicial- Roso Buch (5), María Pérez Araujo (11), Tijana Andusic (9), Brittney Sykes (17).

Marcador por cuartos: 7-15, 22-37 (descanso), 30-52 y 42-70 (final).

Árbitros: García León, Gómez Luque y García Crespo. Sin eliminadas.

Pabellón: Serrano Macayo.

Espectadores: 400.

Pocas competiciones tan polarizadas como la Liga Femenina Endesa. Para los demás, ganar a Spar Citylift Girona, Perfumerías Avenida y, últimamente, Valencia Basket, es prácticamente imposible. El Nissan Al-Qázeres Extremadura estuvo a años luz de conseguirlo ante las gerundenses, actuales campeonas y líderes, pero, más allá del 42-70 final, ofreció una imagen muy floja.

Les ha sentado como un tiro en la cara el parón a las jugadoras de Ricardo Vasconcelos. Prácticamente ninguna estuvo a un mínimo nivel exigible, por mucho que el rival sea poderosísimo. El número de errores en los tiros a canasta fue altísimo, firmando finalmente un terrible 23% de acierto sumando los de dos y tres puntos, pero es que además la marca de este equipo, que suele ser la defensa, también quedó enterrada durante muchos minutos. Al Girona no le hizo falta hacer un gran partido para asegurarse una victoria muy barata.

Nada funcionó en el regreso al Serrano Macayo después de dos encuentros de ‘exilio’ en el Multiusos, un escenario que, por su comodidad, prefieren las propias jugadoras, aunque el aliento del público, al ser mucho más grande, quizás se note menos. La superioridad de las pívots visitantes fue especialmente llamativa en un pésimo día de Khadidiatou Diouf (0 de 9 en tiro, incluyendo tres ‘gorros’ recibidos), Miriam Forasté (otra vez números raquíticos, 2 puntos y 3 rebotes en 24 minutos) e incluso Paula Ginzo, la más fiable de las tres y visiblemente incómoda con la situación y consigo misma. Enfrente tenía a una rival por entrar entre las doce para los Juegos Olímpicos, María Araujo, que lució bastante más.

El partido estuvo decidido casi desde el salto inicial. Al conjunto cacereño no le salía nada, pusilánime cuando debía defender su canasta y el rebote y fallón hasta la extenuación al encarar la contraría. Podría argumentarse que el Girona es mucho Girona con la sabiduría de Laia Palau al mando, pero es que tampoco pareció que apretase mucho el acelerador.

El choque se fue decantando de forma primero tranquila y luego más escandalosa en el marcador (7-15 al final del primer cuarto y 22-37 al descanso), siempre con el denominador común de los problemas ofensivos de las extremeñas, que tampoco encontraron en Jennie Simms la solución, como sucede a menudo. La otra norteamericana, Arica Carter, continúa firmando una deplorable temporada (29,3% en tiros de campo y 1,9 de valoración). A veces casi parece un milagro que se hayan conseguido ya cuatro victorias a estas alturas. Vasconcelos, siempre muy encima de las jugadoras y con un carácter enérgico y cercano a la vez, tiene un enorme mérito. No es raro que se fuese a casa cabreado.

Que se jugase la segunda parte fue completamente innecesario, la verdad, más allá de apreciar algún pase de fantasía de Palau y las tremendas cualidades físicas y técnicas de jugadoras como Brittney Skyes. El Al-Qázeres siguió yéndose por el sumidero (30-52) y, al igual que ocurrió ante el Valencia hace algunas semanas, su batalla en el último cuarto pareció centrarse en evitar su peor anotación histórica, que está en el 70-39 encajado ante el Cadí La Seu hace dos años. Y ahí sigue. Al menos hubo la siempre buena noticia del debut en la élite de una canterana, Sira Hisado. Pero los ‘minutos de la basura’ habían empezado mucho antes.

Obviamente, nada de esto es un drama y partidos como el Ensino-Avenida de hace dos semanas solo los hay una vez en la vida, o casi. La batalla del Al-Qázeres está primero en amarrar lo antes posible la permanencia y, si las cosas van tan bien como hasta ahora, incluso pelear la clasificación por estar en la Copa de la Reina. Las posibilidades de acabar entre los ocho primeros la primera vuelta continúan intactas y se resolverán en los tres siguientes encuentros frente al propio Ensino, Araski y Campus Promete. De ganar dos de los tres, el pasaporte para la fase de Salamanca estará prácticamente sellado, un exitazo teniendo en cuenta que varias componentes de este equipo están tan lejos de su techo.