Siguió el Cáceres Patrimonio de la Humanidad esa astuta pero discutible moda del deporte actual: ocultar la lesión de uno de sus jugadores para no dar más pistas de lo necesario a su rival, en su caso el Marín. Y es que Ricardo Úriz solo hubiese saltado a la pista en Galicia en caso de muy extrema necesidad, ya que arrastra una sobrecarga en el gemelo interno de la pierna izquierda.

Aitor Zubizarreta quedaba como único base puro y cumplió con creces, llevando al equipo a la primera victoria de la temporada. Quizás sus números en cuanto a anotación (8 puntos) y asistencias (1) no fuesen espectaculares, pero sí, con su clásica actividad defensiva, robó 3 balones y sobre todo nadie superó el +17 a favor del Cáceres mientras que él estuvo sobre la cancha, que en total fueron casi 23 minutos.

Se espera que el próximo viernes, ante el Real Canoe ante el Multiusos, vuelva a estar acompañado por un especialista en su posición. Ferrán Ventura, que ejerció como alternativa, regresará así a su posición natural de escolta ante el más que previsible regreso de Úriz.

El club distribuyó ayer unas declaraciones bastante optimistas de su fisioterapeuta, Dani Romero, que se refirió a que la ausencia del veterano jugador (39 años) se debió a la «precaución». «Ricardo Úriz ha seguido trabajando con normalidad, pero de manera individual y mañana [por hoy] se incorporará al resto del equipo tras realizarse una ecografía en la clínica Salubriá», comentó Romero.

Buena conexión

Úriz está ejerciendo de profesional experimentado especialmente en la tutela de Zubizarreta, que, aunque cumple su tercera campaña en LEB Oro, es todavía un jugador en progresión a sus 24 años. «Somos distintos. Aitor conoce la categoría, pero sí que es verdad que tiene mucho margen de mejora. Le voy a ayudar en lo que él necesite. Le explico y le comento cosas y espero que eso colabore a que sea mejor jugador y nos eche una mano, como todos y cada uno de los que están en este equipo. No tenemos súper estrellas. El grupo es lo más importante, por lo que necesita que cada uno demos nuestro máximo», comentó hace algunas semanas el base navarro.

Solo ha sido un problema muscular, pero las lesiones le preocupan especialmente, y, por contagio, a su club. La pasada temporada, en lo que probablemente fue su despedida de la Liga Endesa con el Breogán, acumuló frustración tras frustración en este capítulo y solo pudo disputar 12 encuentros. Le sucedió después de que la mayor parte de su trayectoria en el baloncesto se caracterizase por todo lo contrario.

La semana empezó ayer para el Cáceres con una sesión física y otra táctica en la que se repasaron algunos aspectos del choque ante el Marín que se deben corregir. Hoy se intensificará la actividad en la pista para preparar la cita ante el Canoe.