El presidente del Mérida, Saturnino Martínez, de acuerdo con el artículo 11 de los estatutos del club, está obligado a convocar una asamblea general extraordinaria de socios compromisarios antes del próximo 26 de abril, es decir, antes de un mes desde la recepción del burofax remitido por los vocales de la junta directiva el pasado día 26.

Durante el encuentro informal del jueves pasado, los socios compromisarios acordaron que en dicha asamblea general extraordinaria los ´propietarios´ del club deben rendir cuentas en una doble dirección.

En la deportiva, deben informar "de la memoria y proyecto de la actual temporada y de las siguientes hasta la finalización de su mandato", según refleja el orden del día.

En la económica, los socios compromisarios solicitan que se ponga a su disposición los libros que establece el artículo 20 de los estatutos del club, "así como la documentación existente de la deuda reconocida a entidades privadas o personas físicas por préstamos a la UD Mérida y justificantes de pago de los mismos si los hubiere", según reza en el orden del día. La petición se hace por el artículo 6, apartado c, de los estatutos del club.

En otras palabras, los socios compromisarios pretenden demostrar que la deuda del club con los aragoneses (o incluso con el anterior propietario, Roberto Vázquez) no es legal por tratarse de un club de fútbol y no de una Sociedad Anónima Deportiva.

En el encuentro del jueves, un socio compromisario apuntó que los préstamos recibidos por el club durante los tres últimos años (desde la llegada de la autodenominada plataforma empresarial el 3 de abril de 2001) "no son legales, porque son superiores al cinco por ciento del presupuesto y ni cuentan con la aprobación de los socios compromisarios ni con el visto bueno de la Dirección General de Deportes de la Junta de Extremadura".

INCOGNITAS En lo deportivo, tras descansar el lunes, el Mérida comenzó ayer la preparación del choque del domingo (17.30 horas) ante el Corralejo.

El técnico del conjunto emeritense, Andrés Tébar, fijó dos sesiones para hoy. La vespertina está en el aire a causa de la falta de material para trabajar provocada por la huelga que desde el sábado mantienen los empleados del club.

Por cierto, Tébar continúa esperando la llamada de los propietarios para volver a reunirse para tratar su renovación, tras quince días sin noticias desde los primeros contactos.