Santiago Hernán Solari está pendiente de la decisión que finalmente adopten el Real Madrid, su actual club, y el Inter de Milán, sobre el fichaje de Ronaldo, que quedó abierto hasta las primeras fechas del año 2003 con un fleco de 10 millones de euros o la contratación de un jugador.

La llegada de Ronaldo al Real Madrid, procedente del Inter de Milán, fue el producto de una obra de ingeniería financiera gestada en muy poco tiempo. Al final, el resultado de la operación se resumió en el pago de 35 millones de euros y el aplazamiento de 10 millones más, hasta las primeras fechas del año 2003, pagadero en metálico o con los servicios de algún jugador de la primera plantilla.

CUPER LE QUIERE

Desde el primer momento el nombre de Solari se colocó al frente de la lista, ya que el entrenador del Inter, Héctor Cúper, lleva tiempo solicitando un volante por la izquierda para su equipo.

El jugador argentino del Real Madrid no mostró, en ningún momento, entusiasmo alguno por el intercambio y de hecho siempre eludió hacer comentarios al respecto, reafirmando su interés por concluir su contrato en el Real Madrid, que finalizar el 30 de junio de 2005.

Otros nombres que aparecieron como posibles refuerzos para el Inter en el mercado de invierno que está a punto de abrirse, fueron los de Pedro Munitis, Raúl Bravo u Oscar Miñambres, aunque quedaron eclipsados.

La imposibilidad de que Solari juegue en la Liga de Campeones con el Inter, por haberlo hecho con el Madrid, es otro dato que debe ser tenido en cuenta.