Un modestísimo club argentino tiene como padrino uno de Cáceres. En concreto, el Castra Caecilia colabora con el equipo alevín de la Asociación de Vecinos Tomás Godoy Cruz, de Godoy, provincia de Mendoza.

«Es un barrio de muy bajos recursos y les hemos enviado la equipación, por lo que visten con nuestros colores. Con ello intentamos, aparte de ayudarles, mostrar todo lo que tienen y otros niños no pueden», dicen desde el club extremeño, que tiene 4 años de vida y cuya actividad en diferentes deportes ha sido extraordinaria.

«Nuestros niños son afortunados por el lugar donde les ha tocado vivir. Sin embargo, no en todos los sitios tienen esa suerte, ya que muchas veces nuestros hijos no se dan cuenta de todo lo que tienen y el esfuerzo que hacen las familias», añaden.

El Castra, con 15 equipos de fútbol que agrupan a 270 niños y una sección de ajedrez en las escuelas municipales de Cáceres y Brozas, ha añadido este año al equipo alevín argentino, que tiene su sede a 10.500 kilómetros de la ciudad extremeña y cuya población tienen un índice de pobreza del 30 por ciento.

La asociación suramericana, nacida en 2001, hace que se practique el fútbol en el ámbito y alrededores de un edificio ahora recuperado pero que había sido saqueado. Por ello, el colectivo se ha volcado con deportes y talleres, con el fútbol y boxeo y música de ejes y el objetivo de que el alcohol y las drogas sean minimizados.