Apoyo total, al tiempo que condena. El Femenino Cáceres se vio ayer ampliamente respaldado pública y privadamente tras conocerse las agresiones sufridas por varias de sus jugadoras al término del encuentro de Segunda División que disputó el equipo extremeño el pasado domingo en el campo del Naranjo, en la ciudad de Córdoba.

Desde la propia Federación Extremeña de Fútbol hasta técnicos, jugadoras, aficionados y clubs rivales mostraron su indignación ante la noticia publicada ayer en este diario, que ha tenido incluso amplio eco en medios de índole nacional. El club, mientras tanto, elabora un informe para trasladar a la Federación Española en las próximas horas y pedir una sanción "ejemplarizante" para el Naranjo, así como para la madre de una de las jugadoras, "que está identificada y que fue una de las agresoras de nuestras futbolistas", asegura la entidad extremeña.

Dos de las futbolistas del equipo tuvieron que ir directamente al hospital en la tarde-noche del domingo, ya de vuelta en Cáceres, y una de ellas permanecía ayer en cama (terminó yendo a urgencias de nuevo), con intensos dolores, aunque ninguna de las lesiones reviste especial gravedad. "No se puede casi ni mover", señalaron fuentes del club, que sin embargo añaden que los sucesos "pudieron terminar en una tragedia". Probablemente la intervención policial la evitó, según los testimonios recogidos.

Hay al menos tres partes redactados por los médicos del servicio de urgencias. En uno de ellos se expresa hasta el estado anímico de la futbolista, especificándose que durante los sucesos tuvo "nervios y miedo", según declaró a los facultativos. Esta jugadora presentaba "hematoma a nivel articulación interfalángica próxima con dolor en dicha zona" y "contractura a nivel bilateral de la columna cervical". También dolor "a nivel mandíbula derecha sin hematoma ni heridas ni crepitación. Eritemas en región lateral derecha escápulas derecha e izquierda y en la región lumbar izquierda", a la vez que "múltiples arañazos en espalda y brazos, erosiones en ambas rodillas y hematoma en muslo izquierdo". Muestra de ello es la fotografía que ilustra esta información. Otra de las futbolistas necesitó de un collarín para paliar sus molestias.

RESPALDO El fútbol regional, a través de diferentes clubs, se solidiarizó con el Femenino Cáceres. La territorial lamenta los hechos ocurridos. "Una vez más, condenamos toda clase de acto violento, sobre todo en competiciones deportivas, esperando que no se vuelvan a producir hechos de este tipo", expresó a través de un comunicado oficial.

"Estamos de acuerdo en la tolerancia cero a la violencia. Y nos estamos pronunciando con el acta del partido. Es la Federación, que es el órgano máximo, quien debe juzgar los hechos acontecidos", dijo mientras tanto el Naranjo a través de su cuenta de twitter a media tarde. Sin embargo, desde el club extremeño lamentan que no se hubiera producido ni siquiera una llamada para pedir disculpas.

"Fue un partido limpio, en el que nos hicieron el 2-1 en los últimos minutos. Después hubo un posible penalti, que el árbitro no pitó, y toda la gente se empezó a meter con nuestra jugadora hasta que al final se produjo la invasión de campo y las agresiones", apuntó el director técnico del Femenino Cáceres, Ernesto Sánchez, "indignado" con lo sucedido, como todo el club. "En 20 años de experiencia en esto jamás había visto nada igual", recalcó.