Acabó la jornada con el Badajoz en posiciones de ascenso y a eso tendremos que aferrarnos en vista de la trayectoria reciente del fútbol extremeño y el rosario de sinsabores e insatisfacciones que nos tenía deparado este balompié de nuestras culpas. El club albinegro es, a estas alturas, esa especie de clavo ardiendo al que hay que agarrarse si se quiere pasar a limpio algo de lo que nos deparó un fin de semana que, aunque volvió a repartir equitativamente derrotas y victorias, dejó un regusto de tinte más bien amargo.

El Badajoz protagonizó lado amable del doble derbi regional que marcó el calendario. Le endosó un severo correctivo al Extremadura en el Nuevo Vivero y gateó a posiciones de privilegio en vista de lo que deparaban los emparejamientos en Jerez, Las Palmas y Jaén. Con Sergio Cruz como figura rutilante, desarboló a un cuadro almendralejense al que entre todos están convirtiendo en una especie de alma en pena en un desenchufado final de ejercicio con más sombras que luces. Y la afición tragando.

LA CRUZ Peor final tuvo el otro duelo extremeño. Se enfrentaban en el Romano un Mérida casi desahuciado, entre todos lo mataron y ahora parece que muere solo y por inercia, y un Cacereño en busca del milagro. Con 2-0 para los locales y el nudo un poco más apretado en el cuello de los visitantes terminó la película. Es verdad que la victoria de ese Betis B de Lopera, en jornada sabatina y ante el Linares, había puesto las cosas en chino . Pero la esperanza es lo último que se pierde. Eso sí, con el filial bético en medio hay que ponerse en lo peor. Los escépticos pueden preguntar en Zafra.

Del resto de los intereses extremeños en el grupo IV de la Segunda B se podría decir lo mismo. También cara y cruz. Madrugó el Jerez para vencer, por la mínima y con exhibición de un juvenil que tiene mucho futuro --Chema--, al hasta entonces líder Pájara Playas y perdió el Villanovense de José Mari Calvo en Lanzarote. Los templarios parecen avocados a apurar opciones mirando de reojo a la Copa mientras los serones , que han vendido cara su derrota global y se han batido con honra, tienen que asumir ya lo que es un hecho. Y no sólo para ellos, desgraciadamente. Pintan bastos, pero siempre quedará... Badajoz.