El Cáceres Patrimonio de la Humanidad recuperó el pasado viernes las sensaciones positivas con una victoria de muchos quilates. Un triunfo que equilibra su balance de partidos ganados (9) y perdidos (9) y que mantiene muy viva la opción del playoff. Pero el camino solo está a medio andar y la prudencia sigue siendo la nota predominante. Pero de lo que no hay duda es de la ambición de la plantilla. Lo deja muy claro Jorge Bilbao. «Queremos mejorar, ganar varios partidos más; no nos contentamos con mirar hacia abajo, queremos ganar y mirar hacia arriba para acabar lo más alto posible. Somos una plantilla con hambre».

«Todavía nos queda mucho por hacer», añade el pívot, que tira del partido a partido. «Primero hay que pensar en Marín», rival este viernes en el Multiusos (21.00 horas), «luego el Canoe, y así todas las semanas. No nos podemos relajar».

PRÓXIMO RIVAL / El Marín llegará a Cáceres como colista, aunque tras plantar cara el sábado al líder Valladolid, que solo fue capaz de apuntarse el partido en los minutos finales. «Tenemos muy presente que es un equipo peligroso», apunta Bilbao, que recuerda la última incorporación de los gallegos, Sangone Niang, que ante los vallisoletanos ya fue el máximo anotador de su equipo con 16 puntos. «Lo que nosotros tenemos que hacer es prepararnos bien para salir lo más concentrados posible».

El pívot verdinegro está siendo una de las más gratas sorpresas del equipo, con una aportación que va a más jornada a jornada. El bilbaíno aclara sin embargo que los números individuales no son lo importante para él, que los únicos números que le importan son los del equipo. Asegura además estar contento con su rol. «Juego y aporto. Evidentemente siempre quieres más y trabajo para ello, pero lo importante es que pueda ayudar al equipo. Trabajo muy duro para mejorar. Siempre digo que un día que no se mejora es un día perdido».

El pasado viernes ante el Huesca jugó 17 minutos, su media de la temporada (16.54), logró 6 puntos (6.5 es lo que promedia) y capturó 5 rebotes (5.1).

Destaca Bilbao la intensidad defensiva como la clave para ganar ese partido en Huesca, donde el Cáceres remontó un resultado adverso e incluso acabó apuntándose el average.

«La clave -explica- fue que subimos un puntito más la intensidad defensiva, reboteamos bien, estuvimos muy atentos a las líneas de pase para robar balones y salir rápido. Y en ataque jugamos con cabeza. Subir la intensidad, defender y juntarnos más como equipo», reitera el jugador del Cáceres como puntos importantes del triunfo en Huesca.