El verano es, para muchos, tiempo de descanso y de renovar fuerzas y objetivos para la época posterior al descanso estival, pero en el caso de algunos deportes y deportistas, es justamente en estos meses cuando su temporada alcanza el punto más álgido en cuanto a ritmo de competición y entrenamientos. Sin embargo, hay deportistas que no descansan. Cuando no es la adrenalina de la competición son proyectos relacionados con la actividad física. Cuando no son los entrenamientos y planificación, es el trabajo en beneficio del deporte y en la promoción y difusión de sus valores en eventos y espacios digitales.

Ese es el caso de hombres y mujeres extremeñas que, más allá de sus resultados deportivos, son referentes en el sector deportivo de Extremadura, de los que debemos sentirnos orgullosos y con las que vale la pena conversar largo y tendido. Mujeres como Sonia Bejarano, atleta y triatleta cacereña que desde algunos años reside en Madrid y que recientemente ha logrado una medalla de bronce en el Campeonato de Europa de Duatlón Sprint, y que tal como ella misma comenta ha tenido más significado personal en los días posteriores, ya que «en la propia competición estaba muy concentrada y atenta a tomar las decisiones adecuadas dejando al margen el exceso de ambición y emociones que otras veces me han provocado precipitarme y errar».

Sonia ha logrado por fin ese éxito sintiéndose «afortunada y sobre todo agradecida» tras varios desencantos en forma de lesiones, errores técnicos, tácticos y averías mecánicas, en un proceso que comenzó en 2014 y que se materializa en ahora con un podio continental que achaca en parte a la labor de su equipo (Montlucon). Con una sonrisa afirma que «una deportista necesita una victoria de vez en cuando para seguir insistiendo e invirtiendo recursos en su meta global», ya que todo ello atrae y fija patrocinadores, además de servir como motivación para seguir estando «al pie del cañón mañana y tarde, dando lo mejor de ti y creyendo en tu objetivo y dejar a un lado los sinsabores».

En ese sentido, muchas veces olvidamos que los resultados, buenos o malos, tienen detrás un día a día que no se ve, pero que es el pilar fundamental en el que se basa el deportista profesional, siendo fundamental el apoyo del entorno que les rodea. «Para mí mi familia es fundamental, ya que entiende perfectamente que haga mis planes y priorice mis entrenamientos a eventos familiares» afirma la cacereña, que igualmente valora la gestión de las emociones como otro aspecto crucial, explicando que «ni cuando ganamos somos tan buenos, ni cuando no ganamos tan malos. Darle tanta importancia nos lleva a vivir en una montaña rusa de emociones. El respeto y la humildad son los valores de los verdaderos campeones».

Vinculado a este punto, Bejarano reflexiona sobre el apoyo que las instituciones les dan hoy en día, destacando programas de ayudas institucionales como ‘Somos Deporte’ de la Junta de Extremadura, que le permite una mayor implicación deportiva sin descuidar un plan B (estudios y bagaje laboral), destacando que la apuesta por Sonia Bejarano (y otros deportistas de Sodiex, Fundación Jóvenes y Deporte y Dirección General de Deportes o la Diputación de Cáceres), le han supuesto poder seguir con su compromiso deportivo al máximo nivel.

Pero es cuando se habla de la etapa postcompetitiva cuando Sonia se pone seria, ya que opina que «en general, aunque el deportista sea muy analítico y exigente consigo mismo, creo que no debe aislarse del mundo y debe estar pendiente de adquirir otras herramientas que le hagan sentir útil más allá del entorno de la competición, y muy a menudo eso no pasa». Desde su punto de vista como mujer deportista, gestora y entrenadora (estamos ante ejemplo más que claro de multidisciplinariedad), el hecho de cada vez más chicas se animen a competir, es una de las grandes diferencias con respecto a sus inicios, cuando la ratio era de un 80% deportistas masculinos y 20% femeninas, mientras que ahora en su experiencia en atletismo ‘estemos quizás cerca del 60% vs. 40% a favor de las mujeres».

IGUALDAD / «En otros deportes - específica- como el triatlón, todavía cuesta un poco más, pero lo cierto es que se nos llena la boca de igualdad cuando quedan muchos ámbitos por cubrir. El pasado fin de semana participé en el Campeonato de Extremadura contrarreloj, una disciplina que muchas autonomías no celebran para mujeres a pesar de tener más licencias de las que existen en Extremadura. El argumento suele ser que no hay chicas que compitan, pero nunca habrá si no se nos da la oportunidad de estar».

Y es esa posibilidad de estar la que lleva a que se creen y se de visibilidad a referentes femeninos en deporte, porque como Sonia cuenta, «si preguntas por referentes a nivel deportivo casi nadie nombra primero a una mujer, los ejemplos masculinos nos inundan y casi que hay que esforzarse para no caer en esto, y para ello debemos trabajar también cuestiones como no comparar el rendimiento de hombres con mujeres, sino de mujeres con mujeres». Casi todos coincidimos en la importancia de alcanzar el profesionalismo en las categorías femeninas de todas las modalidades deportivas, equipararlas en lo posible a las condiciones de los chicos. Para ello, el siguiente paso debe ser abordar el tema desde la «educación y el aprendizaje», como dice nuestra protagonista, rompiendo brechas que no tienen sentido como las que se establecen en la cuantía de los premios para ganadores y ganadoras de algunas pruebas deportivas, o el tiempo (casi un siglo en ocasiones) que han tardado en ser olímpicas las pruebas de féminas en modalidades y especialidades si reconocidas en los Juegos Olímpicos casi desde sus inicios.

En cuanto al nivel de nuestro triatlón, Bejarano nombra a Miriam Casillas, María Rico, Paquillo Fernández, Eloy del Valle, Estefanía Domínguez o el trabajo de clubes como el CAPEX, y recomienda a niños y niñas probar deportes, ya que en su opinión «hay quien tiene claro lo que le gusta, pero otros tendrán que descubrirlo». Como ella ha descubierto que el deporte es evolución constante, que en otras comunidades autónomas envidian el apoyo que tienen los deportistas de Extremadura y que las redes sociales son una herramienta indispensable para posicionarnos como destino deportivo.

Cerramos la charla con Sonia Bejarano con ganas de seguir hablando sobre deporte y sobre cómo está evolucionando junto al resto de la sociedad, y antes de despedirnos nos cuenta que para ella el triatlón y duatlón «es una aventura; salir de lo conocido (atletismo) me ha dado motivación y me ha ayudado a ver las cosas con otra perspectiva. Me ha abierto otro mundo y me ha dado la capacidad de seguir creciendo y llegar a más gente. He tenido que aprender a pasos agigantados, pero todavía tengo mucho margen de mejora». Seguro que la vemos pronto por Extremadura, ya que como ella misma dice, «Me encanta correr en casa».