La española Sonia Reyes manifestó al terminar su participación ayer que estaba orgullosa de la competición que había realizado en los Juegos, pero reconoció que su objetivo era subir al podio en la categoría de -57 kilos de taekwondo que se disputó en el Pabellón de los Deportes de Faliro, en Atenas.

Reyes perdió la final por la medalla de bronce con la mexicana Iridia Salazar, por 2-1, en la segunda jornada de la competición de este deporte olímpico.

La española manifestó que "he hecho buenos combates y por eso tengo que estar orgullosa. Es un orgullo haber estado en una competición de éste nivel, pero mi meta era el podio".

Reyes, que tiene 27 años, y es entrenada por su padre, Cristóbal, en Guadalajara, donde vive, elogió a su rival, de la que dijo que es "muy difícil".

"Aquí está la élite y los combates son muy duros", señaló la española, que añadió que los Juegos Olímpicos en su deporte no se pueden comparar con ninguna otra competición por el ambiente que se vive, la presión o los medios de comunicación.

La taekwondista añadió que estaba satisfecha. "Mi gente ha visto que he estado muy bien" y destacó que en los que perdió ayer lo hizo por muy poco margen y sin que los jueces le sumaran algún punto, y los que ganó lo hizo por bastante margen.