Se respira buen ambiente en el Cacereño. O al menos no parecía haber caras de dramatismo en el acto que organizó ayer el club para alentar la presencia de su afición el próximo domingo (12.00 horas) en el partido de ida de la eliminatoria de permanencia en Segunda B ante el Linares. Las bromas fueron constantes en una plantilla que intenta transmitir dos mensajes fundamentales: está unida y con confianza, pero al mismo tiempo necesita a su hinchada para completar el objetivo.

"Esperaos para hacernos la foto, que falta Rebollo". La voz, camuflada en el animoso grupo de jugadores, que se rió a gusto, se refería a José María Rebollo, que acaba de dejar de ejercer como gerente del club. "El tiene sus propias ideas y sabrá los motivos", indicó el director deportivo, Javier Sanz, que fue quien representó a nivel institucional al CPC en la sala de trofeos del estadio Príncipe Felipe.

LA MANO DE PALERO ¿Y quién habló por el equipo? No podía ser otro que 'Uno di noi' , como le llaman los aficionados más enfervorizados: Rubén Palero. El lateral expresa ahora más que nunca la furia y el orgullo de vestir la camiseta verde. Se queja con dolores de sus dos dedos fracturados en la mano izquierda y tiene muy complicado jugar el domingo, mal que le pese.

"Necesitamos a la afición para que venga a ayudarnos. Es el último partido aquí de la temporada y queremos sentirnos muy arropados. Con nuestros seguidores, todo será mucho más fácil", dijo Palero, con sumo cuidado con su escayola. A nivel personal no se ve jugando la ida, pero es optimista respecto a la resolución de la eliminatoria. "Es un rival muy complicado, pero que ha ido de más a menos. Nosotros venimos de una dinámica buena y estamos mentalizados de que vamos a ganar. En los últimos partidos hemos dado un plus y estamos en muy buena línea", añadió.

UN RESULTADO IDEAL A su espalda, todos asentían. Jugadores como Toni Sánchez o Carlos Valverde estaban pendientes de la mínima ocasión para terciar. Las diferenciaciones sobre titulares y suplentes han quedado solapadas porque ahora lo único importante es sobrevivir. "Sabemos que para el club es muy distinto estar en Segunda B que en Tercera", apuntó Sanz.

Obviamente, será importante no encajar gol alguno en la ida. El clamor entre los futbolistas fue general cuando se les preguntó si firmarían un resultado de, por ejemplo, 2-0. "¿Dónde está el papel?", preguntaron varios entre risas, de nuevo.

De puertas adentro no hay tanto optimismo con respecto a un encuentro de vuelta en el que ya se teme un ambiente muy adverso, acabe como acaben los 90 minutos del Príncipe Felipe. Algunos hubiesen preferido al Leioa o al Xátiva, pese al desplazaimento más largo. Y es que la fidelidad de la afición de Linares queda avalada por un hecho: su club ha pedido 500 entradas para el domingo y podrían solicitar hasta 500 más si van colocándolas. Los seguidores visitantes estarán en una zona acotada de Preferencia, sin mezclarse con los del CPC.

"Creemos que hemos hecho una buena política de precios", apuntó el director deportivo de los verdes. Con la posibilidad de, mediante un socio, conseguir una localidad por solo cinco euros si se adquiere de forma adelantada (en Punto24, en la avenida de Alemania, hasta el viernes) se ha allanado el camino para todos. Es también la hora del aficionado.