Nunca antes hacer paredes, pases en corto o disparos a portería en pleno entrenamiento causó tanta alegría en los jugadores del Extremadura. Es la adaptación a la llamada ‘nueva normalidad’ que ayer traspasó a una nueva fase, la de los entrenamientos en grupos reducidos.

Como ocurrió en todos los entrenamientos de equipos de Primera y Segunda División, el Extremadura desarrolló un trabajo en grupos reducidos que permitió ya a los de Manuel acercarse a los conceptos técnico-tácticos que tanto se han echado en falta en la primera semana de entrenamientos individualizados tras el parón por el covid-19.

Balones de colores

La ciudad deportiva del Extremadura, que sigue siendo un auténtico búnker, tuvo más alegría al ver tres grupos de trabajo distintos con menos de diez jugadores cada uno. Para más seguridad, el Extremadura no hizo coincidir a ningún grupo en la misma parcela del campo y los diferenció por el color de los balones: unos blancos y otros rosas. Cosas de la ‘nueva normalidad’.

El primer grupo en trabajar estuvo compuesto por Casto, Pardo, Sabit, Kike Carrasco, Airam Cabrera, Lomotey, Sergio Gil, Pinchi y Bastos. Después de un calentamiento general, los jugadores hicieron un circuito de paredes y golpeo de balón para calibrar controles y precisión en los pases. También desarrollaron juego de posesiones en dimensiones reducidas y partidillos a porterías pequeñas. El protocolo manda guardar la seguridad en la medida de lo posible, pero ya se puede disputar la pelota y se empieza a resquebrajar el miedo al contacto físico.

«Es lo que todos queríamos ya, tocar el balón con los compañeros y empezar a coger ritmo de partidos con la pelota», declaraba Óscar Pinchi tras la sesión matinal de trabajo. El atacante gallego considera que ha sido «muy bueno el trabajo preventivo realizado en casa durante el confinamiento y creemos que podemos estar a un buen nivel cuando empiece la temporada».

«El fútbol que tendremos»

Como media España, Pinchi también estuvo pendiente del inicio de la Bundesliga el pasado fin de semana. «Sí, estuve viendo el partido del Dortmund. Al principio, daba la sensación de ser un amistoso, pero hay que acostumbrarse a los partidos así porque será el fútbol que tendremos».

Sobre su temporada, desvela que «la cuarentena nos ha hecho reflexionar a todos y puede que sea un punto de inflexión para volver mejor. Hasta ahora, el míster ha confiado en mí. Tengo ganas de aportar y de ayudar a conseguir el objetivo de este club».

Márquez con balón

Otra de las noticias agradables para el Extremadura fue ver a Kike Márquez tocando ya pelota como un jugador más. El sanluqueño está en la fase final de su recuperación por una lesión muscular y era precisamente tocar la pelota lo que más le preocupaba. Ayer se le vio como uno más. El ‘10’ azulgrana quiere estar listo para cuando toque reanudar la competición, posiblemente para el 12 de junio.

Hoy todos volverán a entrenar juntos, en grupos reducidos, pero juntos. Está más cerca del día en el que solo haya un entrenamiento, con toda la plantilla en la misma dirección.