BARCELONA - 1: Valdés; Alves, Piqué, Márquez, Abidal (Puyol, min. 24); Touré, Keita, Xavi; Messi, Henry (Sergio Busquets, min. 45) y Eto´o (Gudjohnsen, min. 66).

ESPANYOL - 2: Kameni; Sergio Sánchez, Pareja, Jarque, David García; Moisés, Angel (Román, min. 37); Luis García, Nené (Tamudo, min. 88), De la Peña (Coro, min. 72) e Iván Alonso.

GOLES: 0-1, min 50: De la Peña. 0-2, min. 55: De la Peña. 1-2, min. 63: Touré.

ARBITRO: Delgado Ferreiro (comité vasco). Expulsó con tarjeta roja directa a Keita (min. 38). Además, mostró otras doce cartulinas amarillas a jugadores de ambos equipos.

Dos goles del exbarcelonista Iván de la Peña desquiciaron al Barcelona en un derbi de alto voltaje que permitió al Espanyol apuntarse una victoria histórica frente a un líder aturdido, que bajó los brazos por primera vez desde la primera jornada de Liga.

El derbi rompió todas las estadísticas y acabó con los pronósticos. 42 puntos separaban a ambos equipos, líder y colista. 23 partidos sumaba el Barça sin perder, 14 el Espanyol sin ganar. Las cifras quedaron sepultadas bajo la intensidad de un choque apasionante que rescató el aroma de las viejas rivalidades ciudadanas y que premió a toda una generación de aficionados pericos : 27 años llevaba el Espanyol sin ganar en el Camp Nou.

Atascado y falto de ritmo, el Barcelona recibió la primera señal negativa antes de la media hora de juego. Abidal se lesionó de cierta gravedad. Le sustituyó Puyol, pero su equipo siguió sin encontrar la tecla.

ROJA A KEITA El equipo de Guardiola se quedó con un jugador menos antes del descanso en una acción muy protestada de Keita a Moisés Hurtado. La expulsión cambió el guión y encendió el partido. La grada del Camp Nou sacó el pañuelo, indignada con el árbitro mientras el Madrid goleaba al Betis.

Ni siquiera el descanso alivió al Barça, circunstancia que refleja el equilibrio de fuerzas entre el líder y el colista. Guardiola rediseñó su dibujo sacrificando a Henry para nutrir el centro del campo con Busquets.

De la Peña acabó por desquiciar definitivamente al equipo azulgrana. En cinco minutos, firmó dos goles. Desde 1996 no marcaba dos tantos en un partido. Escogió un escenario inmejorable. Primero remató de cabeza, en la misma línea de gol, un buen servicio de Nené.

Después, el regalo fue de Valdés. El meta recibió una sencilla cesión de Piqué, pero se complicó la vida de mala manera entregándole el cuero a De la Peña. Desde la frontal del área, picó la pelota y la envió a la red.

Con dos goles de desventaja y un jugador menos, se olvidó de la pizarra. Jugó la última media hora sin esquema ni dibujo, entregado al coraje como único argumento futbolístico. El gol de Touré animó al Barça, pero no destempló al Espanyol, que se defendió perfecto.