El caos reinante en una ciudad sin igual como Estambul se plasmó espectacularmente en el Gran Premio de Turquía, que corre peligro de haber sido el último que se disputa en el trazado que es propiedad, desde hace tres días, del británico Bernie Ecclestone, que parece dispuesto a expulsar de su circuito al pequeño circo, manteniendo, hasta el 2021, el Gran Premio de F-1. De Estambul, donde se citaron escasamente 30.000 espectadores, sale el Mundial más igualado de toda la historia en las tres categorías, con un racimo de auténticos candidatos y marcas a los tres títulos en disputa.

El caos descrito no solo se tradujo en la victoria de pilotos que no figuraban, en principio, en los pronósticos de las tres categorías: Simone Corsi ganó ayer su primera carrera en el Mundial de 125cc; Andrea Dovizioso triunfó a lo grande en 250cc y Casey Stoner volvió a imponer la ley de la máquina más potente en MotoGP. También quedó demostrado en el hecho de que a los grandes favoritos, como Valentino Rossi, Dani Pedrosa, Jorge Lorenzo y Héctor Faubel se les acumularon los problemas.

Rossi, 10º entre los reyes, se quedó sin neumático; Pedrosa acabó en el hospital, con todo el cuerpo dolorido al ser derribado de la moto por un demasiado impetuoso Olivier Jacque; Lorenzo erró en la última vuelta y se le coló Dovi , y Faubel sufre el mal de las Aprilias del 2007, que se rompen solo con mirarlas.

SOLO AGUANTA LORENZO De momento, Lorenzo es el único líder que parece saber lo que se trae entre manos, pese a que la amenaza del fogoso Alvaro Bautista, recién llegado a la categoría y hambriento de gloria, y la regularidad de Dovi no le permitirán dormirse en los laureles. Ni lo pretende. Cierto, Stoner, que ha ganado ya dos de las tres pruebas de MotoGP (Qatar y Turquía, donde la potencia de su Ducati ha resultado decisiva), sabe que Rossi y Pedrosa irán a por él. Y quedan demasiadas carreras como para creer que lo tiene todo hecho. Y, en 125cc, el líder es el húngaro Gabor Talmacsi, que tiene por detrás, a solo 9 y 10 puntos al trío formado por Héctor Faubel, Lukas Pesek y Simone Corsi.

Las carreras, a excepción del insultante dominio de la Desmosedici de Ducati, que parece más una de las antiguas 990cc que una de las nuevas ochocientos, son de las que levantan al público de sus asientos, incluso las de MotoGP ya que, huído Stoner, la pelea por el podio fue espectacular. Corsi ganó en la última curva a Joan Olivé, que logró el tercer podio de su vida y el primer segundo puesto tras dos terceros cajones, en Assen-2002 y en Mugello-2005. Dovizioso también se impuso en la última curva a Lorenzo y a Bautista.

Y, en MotoGP, Elias le robó maravillosamente la cartera, con su espectacular estilo a Loris Capirossi, Alex Barros, Marco Melandri, John Hopkins, Nicky Hayden e, incluso, a Rossi, que se enfadó y le dijo que era un "pésimo piloto y que debía dejar el Mundial". Valentinik , cosa extraña en él, demostró ayer no saber perder.

PRIMER CERO DE PEDROSA Olivier Jacque, en la primera vuelta se precipitó, se le acumuló el trabajo ("me pasé de frenada, lo siento, sé que hice mal, pido perdón", dijo después) y entró desbocado en la curva. La rueda trasera de su Kawa derribó a Pedrosa y la delantera, a Colin Edwards. El tricampeón sufrió un fuerte golpe en su nuca y en el pecho. Mientras era examinado sufrió un mareo y hoy será examinado en un hospital de Barcelona. Todo parece indicar que, dentro de 15 días, tratará de recuperar el tiempo perdido en China.