Inglaterra. No hace falta decir más. Tiempo inestable. Mentira: nubes, frío, lluvia y pista mojada. En Estados Unidos no se correría. En el país de todos los deportes, las motos no se practican sobre mojado. Europa, el mundo, perdón, el Mundial, es diferente. Es más, Kenny Roberts júnior, el hijo del Marciano, uno de los grandes, se proclamó campeón del mundo en el 2000 gracias a que la mitad de las carreras se hicieron sobre mojado. Nadie sabía anoche si el Gran Premio de Inglaterra (11.30 horas, TVE-1), que se disputa en el nublado Donington, se celebraría bajo la lluvia. Una cosa sí se sabe: con o sin agua, el campeón Casey Stoner se mostró arrollador. El o su Ducati, que más da. El o sus Bridgestone, da igual.

"Yo creo que ser veloz en agua depende, única y exclusivamente, del feeling que tengas con la moto. Si la sientes, si tienes buenas vibraciones cuando te subes a ella, si eres capaz de ponerla a punto para esas condiciones, entonces era capaz de hacer sobre mojado lo mismo que sobre seco", explicó Valentino Rossi (Yamaha), heptacampeón del mundo en cualquier condición, claro.

"Yo mismo he tenido épocas brillantes y épocas verdaderamente desastrosas sobre agua. ¿Por qué? Porque unas veces tenía ese feeling con la moto, y otras, no". señala.

LORENZO, ATRAS Por cierto, Rossi acompañará a Stoner en la primera línea de parrilla. Dani Pedrosa saldrá desde la tercera y Jorge Lorenzo desde la última. Sí, desde la última. No es este, desde luego, el mejor fin de semana de su vida. "De todo se aprende, amigos", dijo ayer el mallorquín. "Creo que ser rápido en agua es un tema mental, solo mental", explica Dani Amatriain, expiloto de Superbikes y mánager de Lorenzo. "Eso sí, hay un día en que, ¡zas!, te sacas de encima ese mal y, de pronto, desaparece el defecto. A veces lo arrastras toda la vida, sí, pero todos los campeones lo superan". Y Lorenzo es bicampeón.