En el avión, de vuelta ayer de Montecarlo, iba la Supercopa de Europa, pasando de mano en mano de la expedición del Barça hasta acabar en las de Fontàs, un joven que tuvo la tarea de protegerla hasta llegar a Barcelona. Tras poco más de una hora de vuelo, al pisar el aeropuerto de El Prat, la cogió Puyol, el capitán, escoltado por Pep Guardiola, el arquitecto de un conjunto irrepetible. "Somos uno de los mejores equipos de la historia del club", proclamó luego Puyol. O sea, de la quinta corona consecutiva, lo nunca conseguido por ningún otro equipo, al laboratorio. Del cielo a la tierra. Otro mensaje de Guardiola.

O sea, no hay tiempo para disfrutar de nada. Justo el día después de entrar "en la historia", como recordó Puyol y tras haberse emparentado para siempre con el Barça de las cinco copas de Daucik (técnico) y Kubala (la megaestrella), Guardiola devolvió al equipo a su casa. Mañana empieza la Liga con la visita del Sporting al Camp Nou, y tras un verano hermoso (dos títulos en una semana), toca regresar a los valores que han guiado al Barça hacia la cumbre.

SIN MESSI En ese avión de la felicidad no estaba, curiosamente, la persona que más alegría y calidad irradió en la Supercopa europea: Leo Messi. Nada más acabar la final de la Supercopa se marchó a Argentina, acompañado como siempre por Juanjo Brau, el fisioterapeuta del club que mima sus músculos en los últimos años. En Rosario, la ciudad natal de Messi, le espera un decisivo Argentina-Brasil para garantizarse la clasificación para el Mundial 2010. Por lo tanto, la estrella azulgrana se pierde mañana el debut en la Liga

CHIGRINSKIY LLEGA HOY Hoy aparece por el Camp Nou Dymtro Chigrinskiy, la pieza que tanto había reclamado Guardiola para completar su plantilla. "Tengo que felicitar al club por traerlo", comentó el técnico, a pesar de los 25 millones de euros que ha debido pagar el Barcelona al Shakhtar para ficharlo. "Hemos hecho un grandísimo fichaje, ya lo veréis cuando juegue", le dijo Guardiola a los periodistas. "Su llegada dará tiempo a Fontàs y Muniesa para crecer. Sé que no está muy claro para la gente, pero me lo imputo", añadió el entrenador, asumiendo toda la responsabilidad de esa compleja y cara contratación. Como la de Ibrahimovic, a quien le cuesta adaptarse al sistema del Barça. La estrella sueca lleva tres partidos con la camiseta azulgrana y sigue en blanco.