Sonrientes, amables, accesibles, dialécticamente maduros, tanto el más joven como el que atesora un recorrido mayor, con una diferencia exacta de siete años. Con el objetivo claro, sin rodeos. Así se presentan ellos. ‘Los Carlos’ (Andújar, 29 años, y Martínez, 22), recién llegados al Cacereño, llegan con una misión diáfana: ascender a Segunda División B con el decano del fútbol extremeño.

El centrocampista Carlos Martínez lo justificó con contundencia: «confío más en este proyecto», llegó a mascullar cuando se le cuestionó sobre su cambio en el Sport Club Sototterra, en la que tuvo lugar la presentación de los dos primeros fichajes del CPC. Y el futbolista llegaba desde el líder del grupo levantino, el Olimpic de Xátiva.

Carlos Andújar también fijaba la meta: el ascenso. Es tal la confianza de ambos que han firmado por más de lo que resta de esta temporada. Ambos lo dijeron antes, durante y después de la rueda de prensa.

En el caso del extremo de Villagonzalo, retorna al Cacereño diez años después de debutar en Guadalajara con el CPC. Entretanto, años brillantes en Villanovense y Arroyo e incluso una experiencia en Luxemburgo. «El fútbol depende de muchas circunstancias», expresó el extremo cuando se le preguntó el por qué de su evolución irregular, siendo un futbolista fundamental en Segunda B con los dos clubs citados. De su último club, el serón, prefirió no entrar en detalles, pero sí afirmó que le ha dado «mucho» la ciudad en la que nació su hija. Aquí fue un jugador determinante, hasta que una lesión, hace siete meses, le paró en seco.

«Vengo con la misma ilusión que si fuera a cualquier otro sitio. Me siento muy extremeño, me gusta mucho mi tierra». Carlos. cuya novia el cacereña- auguró pelea y lucha por el color verde y por el objetivo mientras Luis Puebla, director general, que agradeció a ambos su predisposición y apuntó que llegaran teniendo otras opciones.

El Cacereño, mientras, busca un delantero centro para completar su plantilla. Puebla dijo que va a ser de garantías, por lo que, apuntó, no hay prisa.