La selección femenina de fútbol de Sudáfrica se quejó hoy de que en el último partido contra el equipo de Guinea Ecuatorial dos jugadoras de ese país no parecían tales y sospecha que eran hombres.

El partido se disputó el pasado domingo en Pretoria y fue ganado por 4-2 por Sudáfrica. Ese triunfo le permitió al fútbol femenino sudafricano asegurarse un puesto para la siguiente ronda de la etapa clasificatoria para los Juegos Olímpicos de Pekín, el año próximo. Pero la gerenta del equipo, Fran Hilton-Smith, anunció hoy que ha elevado una queja ante la Confederación del Fútbol Africano porque tiene serias dudas del verdadero sexo de dos de las jugadoras alineadas por Guinea Ecuatorial.

"Eran extremadamente fuertes y altos. Está perfectamente claro que no eran chicas", afirmó Hilton-Smith en declaraciones reproducidas por la agencia local Sapa. El equipo, también conocido como "Banyana Banyana" (las muchachas), logró superar esta diferencia, según Hilton-Smith, y la supuesta alineación de dos hombres en el equipo femenino se convirtió "en un factor de motivación" para sus jugadoras. Uno de los supuestos hombres guineoecuatorianos ocupaba una posición ofensiva, y el otro jugó en la línea media.

Antes de presentar la queja ante la organización continental del fútbol, Sudáfrica se puso en contacto con la FIFA, que requirió fotografías y filmaciones del partido y anunció que haría exámenes de saliva de las jugadoras sospechosas de ser jugadores. La responsable del equipo sudafricano cree que una de las alineadas por Guinea Ecuatorial defendió los colores de Camerún en un partido contra Sudáfrica que se jugó en 1998, y a partir de entonces decidió cambiar su nombre.

Cabe la posibilidad, agregó, de que se trate de hermafroditas, a lo que se opone Sudáfrica, "especialmente si la jugadora tiene más características masculinas", porque, dijo, "es jugar con una ventaja injusta".