Como todos los caminos conducen a Roma, el piloto pacense de Mini GP, Iván Bolaño Hernández, estará en Italia del 28 al 30 de diciembre probando con la fábrica Phantom para competir la próxima temporada en el campeonato italiano. A sus 10 años, ya estuvo este mes del 1 al 3 en Italia haciendo unos test para probar la moto Mini GP 50 de dos tiempos. «La experiencia me ha gustado mucho y volveré ahora el 28. He estado en un circuito a las afueras de Roma y he marcado los mejores tiempos. Empezamos haciendo en una vuelta 1:20 hasta que pasamos a 1:15 y llegué al 1:12», declara el joven piloto.

Esto ha generado que la marca italiana piense en Iván para ser piloto de su marca, lo que hace muy feliz al joven corredor extremeño. De elegirlo finalmente, competiría en circuitos como los de Imola y Ferrari. «Me gustaría correr allí, pero estoy tranquilo y lo más importante es que hay que entrenar mucho», asegura.

Iván Bolaño padre es su entrenador y manifiesta que «sería una gran noticia y lo máximo para nosotros. Estamos esperando a finales de mes para concretar y ver si al cien por cien se queda y hace el campeonato italiano». El mérito de su hijo es muy grande haciendo los mejores tiempos con una moto que no conocía. «Él corre con motos cuatro tiempos y en el campeonato italiano están con motores dos tiempos, un motor más brusco, más difícil de controlar. Pensamos que le iba a costar un poco más y nos sorprendió a todos. Empezó con unos tiempos normales y fue bajando hasta llegar a hacer la vuelta más rápida».

El joven piloto subraya que encontró muchas diferencias con la moto con la que corre habitualmente «porque una de dos tiempos y otra es cuatro tiempos. Una es mucho más alta y al entrenar al día siguiente pregunté que por qué no iba la moto, que era muy chica... Superé las dificultades entrenando».

Si definitivamente se queda en Italia y le permiten compaginar el campeonato italiano con el español, Iván Bolaño daría el salto a los circuitos de alta velocidad de Jerez, Cheste, Aragón...

Sexto de Andalucía

En su primera temporada como piloto, Iván ya ha competido en el Campeonato de Andalucía, siendo sexto en la clasificación general, compitiendo en siete circuitos. «Estuve preparándome bien en una escuela llamada MKV y después me compré la moto que tengo ahora. Mi padre creó la escuela Badajoz Racing School, la única de Extremadura que se encuentra en Talavera la Real. Entrenamos en el circuito Dontyre y después ya empecé a correr». Sus circuitos favoritos son los de Talavera y Conil. Además, también se ha proclamado campeón de Extremadura.

Su padre expone que «estamos muy contentos, muy bien. Iván es pequeñito pero nosotros ya vamos tarde, porque hay niños que a su edad tienen 5 o 6 años de experiencia al haber empezado a los 3 y 4. Iván no deja de ser un niño, pero cuando se monta en la moto cambia totalmente. Estamos muy ilusionados porque ha sido campeón de Extremadura y sexto en Andalucía, que es el campeonato más duro a nivel nacional. Los pilotos punteros en el campeonato de España, entre los tres o cuatro primeros, son andaluces».

Iván tiene un hermano, Owen, que con cuatro años ya sigue sus pasos. «Si mi hermano empieza a entrenar duro me cogerá», dice ilusionado. Reconoce que «mi familia se pone un poco nerviosa cuando corro, pero yo estoy tranquilo. He llegado a poner la moto a 110 o 120 kilómetros por hora».

Anécdota con su abuelo

De sus inicios, Iván recuerda que a los 3 años su padre le regaló un Quad pequeñito. «Él corría en motocross y yo me llevaba el quad para entrenar. No quería cogerlo pero a los 8 años los Reyes me trajeron una IMR 90 y empecé a cogerla en el karting de Olivenza. Fuimos a ver el campeonato de España y vimos la mini GP 110 que después me trajeron los Reyes Magos. Mi abuelo no quería motos pero vino a verme a una carrera y con la IMR me quedé en la final de recta sin freno delante y me caí. Cuando llegamos a la parcela tras la carrera me dijo que me compraba la moto que quisiera».

Iván compagina sus estudios en el CP De Gabriel de Gévora con su pasión por las motos en la escuela Badajoz Racing School, un proyecto puesto en marcha por su padre.