No contempla Javier Tebas que la Liga quede cancelada por la pandemia del coronavirus. No entra ahora esa palabra en el plan que ha diseñado. «Estamos considerando la idea de volver a jugar en España y en otros países europeos el 29 de mayo o, alternativamente, el 6 de junio o el 28 de junio», reveló ayer el presidente de la Liga de Fútbol Profesional (LFP) en una charla que mantuvo, por vía telemática, con corresponsales extranjeros, a los que trasladó su gran sueño del verano. Que vuelva el fútbol en esas fechas.

No es solo un sueño sino también una necesidad económica para los clubs, atrapados por la incertidumbre del coronavirus que ha detenido abruptamente su actividad.

«Si empezamos la Liga el 28 de mayo, la Champions iría en julio», adelantó Tebas, que maneja la información sobre el boceto de nuevo calendario en el que están trabajando las grandes Ligas europeas, coordinadas con la UEFA, que es la que debe tutelar el retorno, si es que resulta posible, de la Liga de Campeones, que se encuentra ahora mismo en los octavos de final. «Si empezamos el 6 de junio se jugarían todas las competiciones juntas hasta el 31 de julio. Y si empezamos el 28 de junio», advirtió Tebas en el segundo peor escenario en el que se mueven, «julio sería para la Liga y agosto para la Champions».

Evitar pérdidas

El peor escenario sería, obviamente, que el fútbol no pudiera reanudarse y se tuvieran que dar las temporadas en todos los países por acabadas, con el consiguiente devastador golpe económico que eso implicaría. «No terminar la temporada 2019-20 traería una pérdida cuantificable en 1.000 millones de euros», subrayó Tebas, quien luego dibujó las otras dos opciones desde el punto de vista económico. «Si terminamos a puerta cerrada, el daño será de 350 millones y si pudiéramos jugar con el público las pérdidas serían entonces de 150».

Descartada, de momento, la opción de la cancelación, lo que sí tiene claro el fútbol europeo, que ya ha visto como los clubs alemanes de la Bundesliga, entre ellos el Bayern de Múnich han vuelto a entrenar, es que será sin público. Y dejando entre partido y partido 72 horas de margen para garantizar la seguridad de los futbolistas, permitiendo, además, hasta cuatro pausas de hidratación en cada encuentro. Si el virus autoriza a que el balón vuelva a rodar.

«No se menciona en absoluto, es una hipótesis que no contemplamos», replicó con energía Tebas cuando se le preguntó si quizá no se acabe el curso. «Queremos terminar, probablemente a puerta cerrada», admitió después asumiendo, en todo momento, que será la evolución de la pandemia, desigual en cada país de Europa, la que tenga definitivamente la última palabra sobre la Liga. «Estamos en un momento de crisis excepcional, impredecible y de enorme impacto», admitió. «Todos pierden dinero, me parece normal que los salarios de los jugadores también se reduzcan».

El 90% de TV

Tras el estallido de la crisis del coronavirus, ocho clubs de la Liga de Primera y Segunda División, con un recorte del 70% del salario, ya han presentado un erte (expediente de regulación temporal de empleo). «En los próximos días, ya sea a través de erte o de acuerdos individuales con sus jugadores, todos los equipos de LaLiga activarán protocolos de reducción de salarios», informó Tebas.

El presidente de la LFP reconoció que «en cuanto a los derechos de televisión ya hemos recaudado el 90% del total», aunque si no se reemprende el campeonato debería renunciar al 10% restante y «además tendríamos que devolver el 18% de lo que ya hemos recaudado». Pero esos calendarios líquidos sobre los que trabaja Tebas contemplan dos opciones: jugar Liga y Champions al mismo tiempo o terminar el torneo nacional en junio dejando el resto del verano (julio y agosto) para las competiciones continentales.

Todo con la idea, si la pandemia está controlada, de que el fútbol no traspase los límites de finales de agosto para no condicionar aún más la próxima campaña. No se valora modificar los actuales formatos. Ese sería el sueño de Tebas. Y del fútbol.