Han sido las 72 horas más trepidantes de la vida de Alex Alegría. El delantero placentino, que estampaba la firma de su contrato de cesión con el Extremadura en la mañana del pasado viernes, hizo un entrenamiento con la plantilla el sábado y ayer, en sus primeros minutos de azulgrana, marcaba en el último minuto el gol que daba un punto de oro al equipo de Almendralejo. Un punto de inflexión y de esperanza de un equipo que vuelve a tirar de su fe infinita cuando más oscuro está el camino. Porque ayer, en Vallecas, se había puesto todo en contra para que el Extremadura se marchara de vacío de Madrid. Pero la vida es cuestión de fe. Y de alegrías. Y ayer, Alex y su apellido, le dieron la mejor de las sonrisas al Extremadura.

El empate, teniendo en cuenta el escenario y el rival, supo de maravilla a un Extremadura que, sin embargo, se quedó con hambre en Vallecas. «Creo que hemos hecho un partidazo y que hemos podido ganar», decía en zona mixta Alex Alegría, que se quedó con ganas de más.

Manuel no alborotó el once que tan buen juego sin resultado le había dado al equipo una semana antes ante el Almería. Nono, que durante la semana había entrenado entre algodones, cedió la titularidad a Roberto Olabe, que redebutaba de titular como azulgrana. El guipuzcoano parecía que había estado toda la temporada en Almendralejo. Encajó como pieza al puzzle en el interior derecho. Intenso, presionante y con control de juego. Una amarilla y su riesgo en el juego agresivo le obligaron al cambio, pero su debut fue de notable alto.

Apenas pasaron cosas en la primera parte. Una gran jugada de Pinchi en los primeros minutos no encontró rematador dentro del área pequeña en una aproximación muy clara. El Rayo bombardeó a balón parado en faltas laterales al Extremadura, pero la defensa y Casto estuvieron muy bien para abortar las embestidas. Un disparo de Ulloa y otro de De Frutos, fueron lo único reseñable.

Sin suerte / Cierto es que la suerte se busca o no se encuentra, pero también hay que decir que, en muchas ocasiones, parece serle esquiva a este Extremadura.

Apenas diez minutos pasados del segundo acto, la jugada desgraciada. Bastos no atina a despejar con claridad ante la presencia de Andrés Martín. El atacante rayista le roba la cartera y enfila a Casto, al que salva con una picada. Como salvador aparece Pardo, que saca en la línea pero su pelotazo da en la cara de Lomotey y para dentro. El colmo de la mala fortuna. 1-0 y a remar.

Manuel zarandeó el banquillo para buscar soluciones. Nono y Alex Alegría ingresaron al campo y, aunque les costó enchufarse, cuando lo hicieron fueron determinante.

Alegría avisó con un reverso prodigioso a la media vuelta cuyo pase filtrado no llegó Kike Márquez de milagro. Salvejich, de cabeza, perdonó la vida a los azulgranas en dos balones parados. Y cuando el partido moría, la alegría final. Nono pelea un balón por la izquierda, gana línea de fondo, centra raso y ahí aparece el nueve, la torre placentina para embocar a gol. Donde tienen que estar los delanteros.

El punto puede parecer exiguo viendo la tabla, pero la bocanada de aire y de ilusión es tremenda. Un empate que puede marcar el camino de la remontada.

Rayo Vallecano 1-1 Extremadura

Goles: 0-1 Lomotey p.p, min.56; 1-1 Alex Alegría, min.88

Árbitro: Vicandi Garrido (País Vasco). Mostró cartulina amarilla a los jugadores locales Saveljich y Trejo y al visitante Olabe.

Estadio: Vallecas.

Espectadores: 10.000.

Rayo Vallecano: Dimitrievski; Tito, Mario Suárez, Catena, Ulloa, Trejo (Óscar, min.82), Andrés, De Frutos (Álvaro, min.63), Advíncula, Saveljich, Pozo (Jony Montiel, min.11).

Extremadura: Casto; Ale Díez, Pardo, Fran Cruz, Bastos, Lomotey, Zarfino, Kike Márquez, Cristian (Pastrana, min.86), Olabe (Nono, min.60), Pinchi (Alex Alegría, min.60).