CACERES 2016: Carlos Cherry (15), Lucio Angulo (13), Francis Sánchez (17), Drew Naymick (8), Shawn Taggart (4) --cinco inicial--, Perico Sala (0), Juan Sanguino (0), Xavi Forcada (15), Kaspars Berzins (6).

AGUAS DE SOUSA OURENSE: Justin Boyd (2), Salva Arco (19), Lucho Fernández (16), Rolando Howell (8), Jose Coego (6) --cinco inicial--, Gonzalo Sánchez (0), Sean Ogirri (14), Alex Loughton (4), Matías Nocedal (2), Rubén Fernández (0).

ARBITROS: Calatrava y Santana. Eliminado: Boyd (min. 40).

MARCADOR POR CUARTOS: 17-14, 32-29, 42-52, 64-64 y 78-71.

Dicen que las temporadas buenas están llenas del mismo tipo de victorias que la que consiguió el Cáceres 2016 ante el Aguas de Sousa Ourense (78-71): agónicas, sufridísimas, con un juego francamente mejorable y unas imprescindibles dosis de fortuna. La entrada en los playoffs está muy cerca después de un flojo pero emocionante partido resuelto en la prórroga. Bastará con ganar uno de los tres que restan, una misión que se intuye sencilla, pero en la que se deben intentar corregir los errores que se cometieron frente al conjunto gallego.

En los primeros 20 minutos, el conjunto de Gustavo Aranzana se contagió del frío ambiente en un día definitivamente raro para jugar. No le faltó voluntad, pero sí cierta intensidad y la explosividad de las anteriores ocasiones en el Multiusos. Aunque dominaba en el marcador con cómodas ventajas, cedía demasiado a menudo el rebote ofensivo a los pívots del Ourense. En ataque, demasiadas pérdidas y tiros precipitados.

Aún así, la iniciativa era cacereña (17-14, min. 10) y parecía que a poco que se apretase, el partido se rompería. Pareció ser así durante un momento, tras un triple de Cherry (26-19, min. 13), pero el Ourense se rehizo y llegó al descanso con las opciones intactas (32-29) y entre algún que otro bostezo.

SEGUNDA PARTE Muchas cosas cambiaron tras el descanso. Hubo más calidad, sí, pero sobre todo emoción. Mucha y de la buena. Al Ourense se le apareció Lucho Fernández, que en el tercer cuarto, tras no anotar en todo el primer tiempo, cogió una tremenda racha que dinamitó el choque. 16 puntos, con cuatro triples, llevaron su firma, y el Cáceres todavía andaba buscándose a sí mismo cuando primero se vio rebasado (32-34, min. 22) y luego descolgado (38-49, min. 28). Los pitos en la grada eran el premio a que el Cáceres 2016 estuviese desperdiciando una oportunidad histórica.

Se llegó a los últimos diez minutos con la luz roja muy encendida (42-52), pero la reconstrucción empezó con el 7-0 con el que se inició el cuarto, más a golpes de corazón con tres especialistas en ello como Cherry, Forcada y Angulo que con ideas claras. Remontar estaba en defender, y eso este equipo lo está haciendo muy bien últimamente. Así es que al Ourense le empezó a entrar el vértigo y dio al Cáceres un par de buenas oportunidades para ponerse por delante que, sin embargo, desaprovechó.

El minuto final fue de locos. A 40 segundos, Sean Ogirri ponía con un triple estratosférico el 60-64. Angulo respondió rápido (60-62) y llegó el momento culminante de la tarde. Faltaban 20 segundos y el Ourense lo tenía ganado porque simplemente tenía que aguantar la posesión y recibir las faltas que se ordenaban desde el banquillo local. Sin embargo, Salva Arco agotó los cinco segundos al sacar de banda y la posesión cambió de dueño. Francis Sánchez, en ese plan Curro Romero que le caracteriza, clavó el empate a 2,8 segundos. Los visitantes tendrían una última opción, pero el balón no entró.

La prórroga también empezó cuesta arriba, con otra bomba inteligente de Ogirri (64-67), pero a partir de entonces el Cáceres se hizo dueño de la situación. Se sufrió, y mucho, pero la victoria ya está en el casillero.