Leganés - 1: Raúl Moreno; Gustavo, Negral, Javi (Landáburu, min. 73), Bermúdez; Javi Vicente (Aníbal, min. 61), Valleros (Martínez, min. 61), Zarandona, Juli; Aznar y Quini.

Mérida - 2: Garavano; Samir, Molina, Jesule, Troyano; Jandro, Bravo (Debris, m. 90), Fran Miranda (Stoetel, m. 66), Ismael; Sabino y Magallanes (Machicado, min. 79).

Goles: 0-1, min. 4, Samir; 0-2, min. 73, Machicado; 1-2, min. 90, Nacho Aznar.

Arbitros: Trujillo Suárez (colegio tinerfeño). Expulsó a David Gordo, técnico local, en el minuto 9. Igualmente amonestó a Juli y Valleros por parte local y a Garavano, Fran Miranda, Ismael y Sabino por parte de los visitantes.

Incidencias: Encuentro disputado en el estadio de Municipal de Butarque de Leganés ante unos 1.500 espectadores, 40 de ellos visitantes.

El Mérida logró una valiosa victoria en Leganés en un duelo en el que se adelantó en el minuto 4, momento desde el que defendió el resultado del juego rápido y directo local, y que sufrió para conseguir los puntos hasta que se pitó el final. El Mérida tenía prisas por poner el marcador a su favor. Sabía que el Leganés está realizando un buen juego en su campo, que está consiguiendo resultados, pero sobre todo que tenía necesidades imperiosas de victoria para continuar en la zona alta tras dos jornadas sin ganar, ahora tres.

Ganó el lanzamiento de la moneda y se decidió a cambiar de campo, primera espinita para el Leganés que rompía con la costumbre aunque obligaba al Mérida a jugar contra el sol en la segunda parte.

Los locales nada más poner el balón en juego se fueron directos a la portería de Garavano, lanzamiento desde lejos de Quini que se iría fuera en una declaración de intenciones de lo que pretendía durante el encuentro, fútbol rápido, directo y con mucho peligro para sentenciar pronto, con lo que había que ponerse cuanto antes delante en el marcador. Así, solo tres jugadas después, el árbitro, muy discutido todo el encuentro, pitaba una falta lejana en la frontal del área escorada a la derecha. La ponía Samir y en el intento de despeje de la barrera, un local peinaba el balón descolocando a Raúl Moreno, meta pimentonero que en su recolocación no era capaz de detener.

Solo se habían disputado cuatro minutos y aún faltaba mucho partido, con lo que había que conjuntar las líneas, acercar posiciones y, sobre todo, imponer un ritmo lento y tedioso que tan mal viene al juego rápido y alegre que gusta al Leganés.

Y tuvo su efecto, con un centro del campo brusco por momentos, que dejó metros para jugar pero no dio opciones para lanzar a puerta, con faltas tácticas, con un muy buen trabajo de Jandro en esta labores, que cargaron en algo al Mérida.

SIN RIVAL El Leganés, por su parte, hacía lo que podía, tenía poco margen de maniobra y enfrente se encontraba con un árbitro permisivo con las faltas pero duro con las protestas, lo cual le valió la expulsión a David Gordo, técnico local que tuvo que ver el partido en la grada.

Hubo ocasiones de gol pero el Leganés tenía demasiadas prisas por marcar lo cual hacía que hasta tres jugadores se postularan para rematar pero ninguno buscaba el rechace con lo que se perdía la posibilidad de la segunda jugada. Después llegaba el despeje de la defensa y volvía a comenzar la historia: Leganés dominando, buscando metros, los consigue pero no puede rematar con facilidad.

Tan claro fue la pérdida desproporcionada de tiempo que realizó el equipo visitante que Garavano fue amonestado en el minuto 37.

Los cambios locales, ya en la segunda parte, buscaron ampliar el campo de juego y con ello los espacios en el cuadro emeritense.

Esto conllevó que la defensa local estuviera muy adelantada y que dejara muchos huecos, uno de los cuales aprovechó Sabino para colocarse sólo delante de Raúl Moreno para dejar en el último momento a Magallanes, en fuera de juego, para anotar un gol que después sería anulado.

La baza del Mérida era la pérdida de tiempo, con algo de teatro exagerado por parte del algunos componentes como Ismael, que cayó fuera de los límites del campo, rodó para quedar dentro, mostró un dolor imposible, retorciéndose junto a la línea de cal en el fondo del Leganés, no salió ni siquiera cuando su fisioterapeuta llegó para atenderle, y que cuando paró el juego salió por su propio pie sin cojera alguna.

El problema de este incidente fue que al pasar junto al banquillo local escupió al segundo entrenador local José Arévalo.

Pero cuando un equipo domina y no remata lo termina por pagar. El Leganés era dueño del balón, pero sólo jugaba a la izquierda, buscando al sustituto Carlos Martínez, y con balones muy en largo, lo que muchas veces era una rifa sin dueño aparente, con mucho espacio atrás apta para una buen contra.

Y en estos espacios llegaría la sentencia. Balón desde la derecha que Machicado remató sin apenas problemas sólo en el centro del área. Y en el añadido pudo llegar el tercero con una galopada de Jandro pero el meta pondría una mano magistral cuando le hacía el quiebro.

En la siguiente jugada llegaría con el tanto local. Córner botado desde la izquierda puesto al segundo palo que Nacho Aznar la empuja con el muslo. Al final victoria extremeña que le le sirve para continuar con su ascensión a los puestos de liguilla.