Puede que fuera uno de los peores cuartos de hora de toda su vida. En esos 15 minutos Pep Guardiola contuvo la respiración cada vez que le llegaba el balón a Messi. La consigna era clara: no forzar lo más mínimo. Con un solo entrenamiento en sus piernas tras casi un mes de vacaciones y con el asfixiante calor y elevada humedad en el ambiente, se daban todos los condicionantes para que pudiera pasar lo peor.

Por eso el técnico azulgrana se le vio más inquieto que de costumbre en esos eternizantes 15 minutos. "Tito y los fisioterapeutas me dijeron que podía jugar unos 10 minutos", explicó Guardiola, quien asumió la responsabilidad de la decisión. "Ha jugado porque lo he decidido yo".

El técnico dijo que entendía el deseo de los aficionados coreanos de ver al mejor jugador del mundo. "Es normal. Si lo tenemos aquí, quieren verlo en el campo". Pero también reclamó comprensión por su deseo inicial de no alinearle. "La gente no es consciente del calor que hace aquí. Con dos carreras, no puedes más. Los jugadores han terminado muy tocados". No obstante, Guardiola agregó que si hubiera habido un alto riesgo de lesión, "Messi no hubiera jugado". Pero Leo salió y la lió. Y el Barça hizo caja: ganó dos millones y se evitó una multa de 200.000 euros. "Menos mal que solo ha jugado un cuarto de hora, si lo hace más tiempo no sé qué hubiera pasado", aseguró el técnico. Era tal el temor a que algún jugador sufriera alguna lesión que los azulgranas hicieron el calentamiento en un campo de entrenamiento dentro del estadio con aire acondicionado. Finalmente no hubo ninguna baja. Bueno, solo Adriano, que empezó de lateral derecho, demostrando su polivalencia, fue sustituido por Alves a la media hora por una leve dolencia. "Tiene unas molestias en el adductor", explicó el técnico.

El partido sirvió a Guardiola para ver de nuevo a los jugadores del filial, de los que seguramente tendrá que echar mano cara al primer partido oficial ante el Sevilla, en la ida de la Supercopa de España el día 14 en el Camp Nou. "El calendario es el que es", dijo resignado el técnico, que al menos espera que Vicente del Bosque no convoque a todos los internacionales que regresarán el próximo lunes un día antes de volver a marchase con la selección para jugar en México.