La Asociación de Sumo de Japón estudia cambiar su política de "solo hombres" en el ring, después de que varios casos reabrieran el debate sobre la discriminación a las mujeres en este deporte milenario. Una veintena de representantes de la federación de sumo nipona se reunirán el próximo viernes para empezar a debatir si las mujeres serán aceptadas en el "dohyo" (ring) en casos de emergencia, asistencia médica, o entrega de premios, explicó este martes a Efe un portavoz de la asociación.

Esta reunión se produce después de que varias mujeres fueran expulsadas el pasado 5 abril del ring mientras intentaban reanimar a un hombre que había sufrido un colapso, un hecho que desató una fuerte polémica en Japón. El suceso se produjo cuando el alcalde de la ciudad de Maizuru (Kioto, oeste), Ryozo Tatami, sufrió un infarto cerebral y varias profesionales sanitarias subieron al ring para participar en su reanimación, mientras que por megafonía les instaban repetidamente a que abandonasen la plataforma.

LA POLÉMICA

Según la tradición de este deporte milenario, las mujeres tienen prohibido entrar en el ring debido a los rituales sintoístas que rodean al sumo y que consideran "impura" la menstruación femenina, una costumbre largamente tildada de discriminatoria.

En otro suceso acaecido este mes, tampoco permitieron a una alcaldesa del oeste de Japón que entrara al ring a dar un discurso inicial antes de comenzar la competición. "Después de estas polémicas hemos decidido poner este asunto sobre la mesa", explicó el portavoz de la asociación que no quiso pronunciarse sobre si se empezará a debatir la posibilidad de que las mujeres puedan competir profesionalmente, algo completamente prohibido.

En el sumo se entremezclan competición con ritos tradicionales y religiosos sintoístas, por los cuales los luchadores son vistos como guardianes y debido a ello se les exige una férrea disciplina y un código de conducta ejemplar tanto dentro como fuera del "dohyo" (ring).