ARABIA: Zaid, Tukar, Al Montashari, Sulimani (min. 80, Massad), Noor, Khariri, Aziz (min. 12, Al-Temyat), Dokhi, Al-Khatrhan, Saad, Al-Jaber (min. 67, Maath).

ESPAÑA: Cañizares; Salgado, Juanito, Marchena, Antonio López; Albelda, Cesc (min, 65, Xavi Hernández), Iniesta; Joaquín, Raúl (Villa, min. 46) y Reyes (min. 67, Fernando Torres).

GOL: 0-1-Min. 36: Juanito.

ARBITRO: Coffi Codjia (Benín). Amarillas a los árabes Al-Jaber y Al-Temyat y a los españoles Marchena, Albelda y Reyes.

INCIDENCIAS: Gran ambiente en el estadio del Kaisserslautern.

Los suplentes defraudaron aunque sumaron la tercera victoria española en el Mundial (1-0). Ninguno de ellos reivindicó con éxito el derecho a hacerse un hueco en el equipo titular que se asome a los octavos de final, como Luis Aragonés esperaba.

España se limitó a cubrir el expediente, a hacer lo indispensable para superar a la que posiblemente sea la peor selección presente en Alemania y a cerrar su clasificación como primera de grupo. Acabó sufriendo para mantener la ventaja que le dio el gol de Juanito tras el saque de una falta de Reyes y expuesta lastimosamente al empate.

Debió ser que los jugadores que saltaron ayer al césped del Fritz Walter Stadion, un escenario de imborrables recuerdos para José Mari Bakero y el Barcelona, no tenían muy claro que un partido como el de ayer podía hacerles crecer a los ojos del seleccionador hasta abrirles la puertas del primer equipo.

La distinción entre uno y otro grupo es tan tajante que resulta muy complicado convencer a quienes se sienten reservas sin remedio de que tienen que poner la vida en el empeño.

SIN HUELLA Los que más cerca están presuntamente de ese objetivo, Raúl y Cesc Fábregas, no fueron ni mucho menos los jugadores decisivos del choque ante Túnez. Y eso que parecía una jornada idónea para que el delantero del Real Madrid aprovechase y engordase sus números para ponérselo un poco más difícil a Aragonés. Fue sustituido tras el descanso por Villa sin haber dejado ninguna huella de su paso por el encuentro.

Algún rastro más dejó el centrocampista del Arsenal, aunque no el suficiente como para que Luis cambie su guión. También dejó su puesto en el segundo tiempo a Xavi Hernández, que no pudo cambiar el aire de un equipo en el que tampoco Iniesta tuvo el papel relevante que podía esperarse.

Ni los centrocampistas supieron cuidar el balón con la suficiente maestría como para que España rompiese a atacar colectivamente con efectividad, ni los delanteros ofrecieron alternativas que no pasaran por intentonas individuales. En ese sentido, Joaquín fue el único que rompió con cierta facilidad por la banda derecha en el primer tiempo, pero sus centros no encontraron rematador salvo en una ocasión en que Reyes empalmó con la zurda y respondió bien Zaid.

EL GOL Para entonces ya se había adelantado la selección española con un gran cabezazo de Juanito tras el saque de una falta a cargo de Reyes (m. 36). No hubo más en ataque que un fuerte disparo de Albelda después del único pase interior que Iniesta dibujó en todo el partido. Ni siquiera lo arregló la entrada de Villa y Torres. Tampoco la defensa pudo acabar tranquila el partido. Todo lo contrario.

El equipo se partió y Arabia Saudí estuvo cerca de empatar en varias ocasiones. La más clara corrió a cargo de Harthi a dos minutos del final, pero tiró a las nubes después de una gran jugada de Noor por la izquierda del ataque árabe.

España se marchó entre más pitos que aplausos ante un público que se pudo sentir defraudado por los precedentes brillantes del combinado nacional español en los dos anteriores encuentros disputados.